Revista de Prensa
Un legado de cinco millones de parados y 100.000 millones de déficit
Por
REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
YOLANDA GÓMEZ .- Tras casi ocho años de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, España ha pasado de jugar en la «Champions League» de la economía mundial, como a él mismo le gustaba decir en sus primeros años de mandato, a formar parte de los países más denostados de la periferia europea. Si en 2004, cuando Zapatero llegó a la Moncloa en todos los círculos económicos internacionales se hablaba del milagro español, con una economía que había conseguido crecer y crear más empleo que ninguna otra en Europa, y lograr el equilibrio presupuestario, ocho años después, las finanzas y la economía española se miran con desconfianza en todo el mundo. Es cierto que durante este periodo España, al igual que el resto de países europeos, ha sufrido la crisis económica más dura de casi un siglo. Pero las consecuencias para nuestro país han sido mucho más duras que para la mayoría de nuestros vecinos europeos. Y en eso, apuntan los expertos, parte de culpa la ha tenido la errática política económica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El estancamiento de la economía española es el otro de los graves problemas que heredará el Gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de noviembre. El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,8% en el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2010, según los últimos datos disponibles del INE, muy por debajo de lo que crecen las principales economías europeas, como Alemania o Francia, que avanzan a velocidad de crucero.
Lejos quedan aquellos avances de la economía superiores al 3% que encontró el PSOE cuando ganó las elecciones en 2004.
Falta de confianza
Crecer y crear empleo serán, por tanto, los principales retos del nuevo Ejecutivo. Pero no podrá hacerlo si antes no logra recuperar la confianza perdida en la economía española.
El indicador más claro para medir esa confianza es la prima de riesgo que se exige a la deuda española frente a la alemana. Esa prima, que estaba en cero en 2004, superaba ayer los 350 puntos básicos, lo que dificulta la financiación no solo de las Administraciones Públicas, que tienen que pagar muy caras sus emisiones de deuda, sino también la de empresas y familias.
Zapatero, que heredó unas saneadas cuentas públicas y que llegó incluso a tener superávit en algunos años de su mandato, deja ahora un agujero cercano a los 100.000 millones de euros (más del 9% del PIB), pese al giro de 180 grados que tuvo que aplicar en su política económica en mayo del año pasado, obligado por los mercados, los socios europeos, los organismos internacionales y hasta el propio presidente de los Estados Unidos.
Nada tiene que ver la España que heredó el todavía presidente del Gobierno en ese abril de 2004 con la que dejará el próximo mes de noviembre. La tarea para el nuevo Ejecutivo será ingente.