Querido Bertín:
He leído tu carta en el Marca sobre el asunto Casillas.
No puedo sino suscribir, una por una, todas las consideraciones que con detalle desgranas y al mismo tiempo compartir tu preocupación por que la institución deportiva más grande del mundo esté en la situación que está.
El Real Madrid es un auténtico caos financiero, deportivo y social.
Lo del brasileño Silva es uno de los mil ejemplos de cómo se dilapida graciosamente el dinero en la Casa Blanca. Otro ejemplo de desastre económico-deportivo, es el que, si Dios no lo remedia, se cometerá en el ‘caso De Gea’. 35+5x8+30 (que hay que darle a Casillas para que se vaya) suman un total de 105 millones de euros por un portero que, según mis fuentes profesionales del ramo futbolístico, es bueno, pero no un top como ahora gusta decir. Y que puesto a cantar, canta en tiempo y forma, como todos.
El Manchester se está poniendo duro para cobrar el máximo posible, y si Van Gaal no lo estropea, recuperará a Valdés, quien hasta su lesión ha sido siempre mejor portero que De Gea. Con lo cual, el equipo inglés, habrá hecho un fabuloso negocio.
Fichar a Anccelotti fue un error. “Por sus obras los conoceréis”, dice el Señor…
Si a esto añadimos que en la operación podrían entrar Keylor o Ramos, el disparate alcanzaría dimensiones siderales.
Fichar a Anccelotti fue un error. “Por sus obras los conoceréis”, dice el Señor… ¿A qué jugaba el Chelsea de Anccellotti…? ¿Y el Paris Saint Germain…? ¿Y el Milan…, más allá de un puñado de geniales veteranos en sazón deportiva (Inzaghi, Maldini, Nesta) comandados por el gran Seedorf y el mejor Kaká –Balón de Oro aquel año–, con los que ganó la Copa de Europa…?
En fin. ¿A qué jugaba el Real Madrid de Anccelotti? ¿A quién se le ocurre poner al mejor lateral izquierdo del mundo de extremo derecho…? ¿Dónde jugaría Bale en el Barça? Donde Jordi Alba, evidentemente. Arriba, Iniesta y Neymar son mejores que el galés, porque tienen desborde en los espacios cerrados que todos los contrarios, sin excepción, plantean defensivamente a los dos grandes del fútbol español.
Después del triunfo de Lisboa, no se hizo autocrítica, y pasó lo que pasó. Un año en blanco. Cuando uno no sabe por qué gana, la derrota está cerca. Cuando los miembros de una familia no tienen claro de dónde y por qué les viene el pan de cada día, las penurias están al caer.
¿Y lo de Ronaldo…? Un especialista convertido en jugador franquicia. El mejor albañil de la historia convertido en arquitecto de campanillas. Patéticas son sus largas siestas en la banda izquierda cuando en la guerra aparece la sangre.
¿Recuerdan, señores silbadores, quién era el portero de Brasil en España 82…?
Para que esa afición que pitaba a Casillas lo entienda... En el gran Milan de Sacchi, a ninguno de los tres monstruos holandeses (Van Basten, Rijkaard y Gullit) se le entregaron galones de jugador franquicia. Los galones los lucían Maldini, Donadoni, Tassoti, Costacurta y Anccelotti, al alimón, con el ‘capo de tutti capi’, el gran Franco Baresi. Por cierto, ¿recuerdan, señores silbadores, quién era el portero de aquel gran Milan que asombró al mundo…?
¿Recuerdan, señores silbadores, quién era el portero de Brasil en España 82…? ¿Y el portero carioca que ganó el mundial junto a Bebeto y Rivaldo…? ¿Y el guardameta que alzó la copa junto al gordo Ronaldo en Corea…? ¿Quién guardaba la portería del Ajax de Johan Cruyff…?
Cuando llegaban las derrotas y la afición se acordaba de su portero o del árbitro, siempre estábamos –hasta ahora– ante la afición de un equipo menor, inferior o acomplejado. Todo un fracaso social cuando la entidad tiene el calibre del club de Concha Espina.
¿Tienen, señores silbadores, alguna duda de que el Barcelona hubiera hecho triplete con Casillas en la portería…?
Para su tranquilidad y consuelo sepan señores silbadores que ninguna de las aficiones de los rivales a los que se ha enfrentado Iker Casillas (holandeses, alemanes, ingleses, españoles, italianos…) podrá olvidar nunca su nombre. Si habrá sido grande Iker, que a pesar de estar casi siempre rodeado de galácticas estrellas, nunca el fulgor de éstas apagó su luz que brilló en muchas ocasiones por encima de aquellas. De ahí, que todos los aficionados del mundo sepan el nombre del portero de los galácticos, de los pregalácticos, de los postgalácticos, de la España del tiki-tika, de la España de Aragonés y de la Selección de Del Bosque. Sí, todos los aficionados del mundo menos ustedes señores silbadores, que piensan que todos los males del Real Madrid vivían en la portería.
¿Tienen, señores silbadores, alguna duda de que el Barcelona hubiera hecho triplete con Casillas en la portería…? ¿Hubieran arreglado algo los dos cancerberos del Barça traspasados al Bernabéu…? Está claro, incluso para ustedes, que el de Móstoles no es el problema y sí la Santa solución. Como casi siempre…
¿Y Cristiano Ronaldo? Pregunté. “Mete más goles que el francés, pero los reparte fatal…”.
Decía el gran Luis Aragonés, que para jugar tan arriba, Zidane no aparecía en las listas de goleadores. Que él mismo, Aragonés, jugando ahí fue pichichi, empatado con Amancio. Eso sí, añadía el Sabio: “El moro (Zidane) repartió bien los goles entre finales de la Copa del Mundo, finales de Copa de Europa, partidos clave de liga y demás citas importantes. Es lo que diferencia a los buenos de los fuera de serie, que están cuando realmente hacen falta. Desde ese punto de vista –continuaba Luis Aragonés–, Casillas, cantadas a parte, es sin duda el mejor de la historia”.
¿Y Cristiano Ronaldo? Pregunté. “Mete más goles que el francés, pero los reparte fatal…”. Palabra de Aragonés. “Los reparte fatal, en doble sentido”, concluyó Pepe Navarro, ex cancerbero rojiblanco y representante del Sabio. Quítele usted los penaltis –las faltas ya se las quita él– y los goles que mete cuando el Madrid ya va ganando y verá que lo del portugués no es para tanto.
¿Cuánto cobraba Casillas cuando ganó, él solito, en diez minutos milagrosos, la Novena ante aquellos alemanes de los que no recordamos un solo nombre? Les pregunto a ustedes, señores silbadores, una miseria para sus méritos. Y les contesto que un jugador lucha por la gloria y por firmar alguna vez el contrato de su vida. Casillas ha conseguido las dos cosas, y ustedes quieren de devuelva una. ¿Cuál de las dos, la gloria o el dinero? El dinero es de él, lo ha ganado y está firmado. Y la gloria, que se la quede el club, para que disfruten de ella las generaciones venideras, pues lo que hoy se sienta en el Bernabéu no está a la altura de la tradición gloriosa y señorial de la institución.
En cuanto al tal Pedrerol, no le des mucha importancia.
Nunca supe, estimado Bertín, por qué a las troneras de acceso a algunos estadios se les llama vomitorios. Sobre la cuestión pregunté una vez a Agustín Rodríguez (gran portero del mejor Castilla y del Real Madrid), que como buen gallego, contestó con otra pregunta: “Y tú que estudiaste latín conmigo, ¿no lo sabes…?” Creo que ya di con la clave, querido gallego, sin recurrir al latín.
En cuanto al tal Pedrerol, no le des mucha importancia. De todas formas, por si te interesa, querido Bertín, te contaré que la otra noche, en el programa del susodicho, apareció un armario de dos cuerpos diciendo que él –el armario–, de pequeño, tenía más estrógenos que andrógenos, o al revés, ya no lo recuerdo… El caso es que debido a eso, anduvo en su juventud huérfano de barba y pelo en pecho, y que tal orfandad alcanzaba a otras partes que no terminó de precisar con claridad. La tal disfunción capilar, parece ser, la corrigió con una dieta a base de soja y no sé cuantas guarrerías más. Total, que el armario luce hoy una barba de lo más aparente. Y de pelo, al menos en la cabeza, no anda mal.
Mientras el artista desgranaba su historia capilar, el tal Pedrerol no le quitaba ojo, con una fijación parecida a la que ponen las vacas cuando pasa el tren.
No te pierdas el próximo programa de Punto Pelota, o como se llame. Lo del armario es divertidísimo.
Me pregunto y te pregunto, estimado Osborne, ¡tú que andas por los platós…! El tal Pedrerol… ¿se afeita? ¿Cómo anda de estrógenos y andrógenos? Y Mourinho… ¿utiliza after shave? Como comprenderás, Bertín, esto es un ‘sin vivir’…, un angustia existencial… Mi barba tiene tres pelos… La gallina Turuleta… Debajo un Petón, ¡ton!, ¡ton…! Había un Martín, ¡tin! ¡tin……! Voy a ver si me afeito y me despejo…
No te pierdas el próximo programa de Punto Pelota, o como se llame. Lo del armario es divertidísimo.
Recibe un cordial saludo.
PD: Tanto Hierro como Raúl, se extralimitaron en sus funciones de capitanía en defensa de Morientes y otras mandangas. Provocaron un motín descomunal que Del Bosque ni quiso ni pudo controlar. Fuera los tres. Bien por Florentino en este caso. En cuanto a Ramos, él solito se ha empeñado en salir mal del Madrid. Un futbolista que opina de fichajes, traspasos, entrenadores, médicos, de lo divino y de lo humano... no es de recibo. Como si no tuviera bastante con el pedazo de representante que se ha echado. Por cierto, estimado Bertín, ¿a qué se dedicaba el tal René antes de representar a su hermano?
Jesús Velasco
Si (
No(
