La Columna de Economía de Arturo García
Algunas soluciones que se barajan
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Una de las soluciones que se están proponiendo para la salida de la crisis es la creación de “Eurobonos”. Esto significa la emisión de deuda pública europea en vez de que cada país emita la suya. Se harían emisiones de deuda pública por el importe que resulte de la suma de las necesidades de todos los países de la eurozona, y el dinero obtenido se repartiría entre esos países. Los eurobonos serían respaldados solidariamente por todos los países. Por ejemplo, si cualquier país impaga, Alemania tendría que pagar a los tenedores de los eurobonos. El tipo de interés de los eurobonos sería un porcentaje intermedio entre el tipo de interés de la deuda alemana y el de los países periféricos que están en dificultades. Evidentemente, Alemania está en contra, como primera opinión al respecto. Se niegan a financiarse a un tipo de interés mayor al que tienen y se merecen. Además, no quieren tener que responder de posibles incumplimientos de otros países, como Grecia. SIGUE
El motivo por el que se está hablando de manera repetida de los eurobonos es porque conviene a la mayoría de los países que Alemania les pague la deuda y les baje el tipo de interés al que tienen que emitirla. Desde Alemania, los pocos partidarios de poner este tema encima de la mesa lo hacen argumentando que una crisis del Euro y la ruptura de la moneda única le puede acarrear iguales o peores consecuencias a Alemania, por el nuevo tipo de cambio del futuro marco alemán que perjudicaría sus exportaciones a otros países europeos, y por las pérdidas de los bancos alemanes en las deudas que tienen en euros con el resto de países
En la reunión que mantuvieron la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy este tema no estuvo ni en la agenda, como era previsible. Lo que se repite desde Alemania una y otra vez, por muy antipático que nos lo quieran pintar, es que es necesaria una política fiscal austera, o sea que los ingresos y gastos estén equilibrados. Esto es antipático, por supuesto, pero es lo único realista, como sabe cualquier persona mínimamente sensata.
Desde otro punto de vista, el Banco Central Europeo ha comprado deuda española e italiana por varios miles de millones de euros. Estas compras no están dentro del cometido del Banco Central Europeo, por lo que se espera que la deuda comprada pase al Fondo de Estabilidad Europeo (EFSF, siglas en inglés), que tendrá la atribución de comprar deuda, aunque todavía queda mucho por concretar en la creación y funcionamiento de este Fondo. El BCE tendrá que seguir comprando deuda italiana y española por otros muchos miles de millones de euros si quiere que esta estrategia sea duradera en el tiempo. Y en cualquier caso, su efectividad estará limitada al tiempo que dure estas compras por el BCE. Es posible que esto constituya una pérdida de dinero del BCE.
Desde algún periódico extranjero ya han planteado la duda de qué pasaría si el EFSF finalmente no es creado de tal manera o con el importe suficiente para comprar toda la deuda que está siendo comprada por el BCE, poniendo encima de la mesa las posibles responsabilidades de los dirigentes del BCE. Esto es interesante.
Otra solución más convencional es la creación de inflación para devaluar el importe nominal de la deuda, pero de esto hablaremos otro día.
Fdo.: Arturo García