La fiesta de los tambores arrasa y los empresarios hacen su agosto Más de tres mil personas se reúnen los domingos en cala Benirràs para dar gracias al Sol en la fiesta más carismática de la isla. Entre sonidos tribales, artistas y artesanos se quejan de que los restaurantes de la playa han monopolizado la celebración y se forran a su costa. Los hippies de ahora tienen que pagar para poder vender. Hace 25 años los hippies de Ibiza comenzaron a reunirse los domingos en cala Benirràs para dar gracias al Sol por las ventas de la semana en mercadillos y furgonetas. Unos tocaban, otros bailaban, compartían comidas y bebidas, fumaban, se bañaban, amaban… hasta que el Sol hiciera mutis por el horizonte, el cuerpo dijera basta y hasta el próximo domingo. “Hoy todo eso ha cambiado por culpa del dinero”, asegura Rames Daniel, “un ciudadano del mundo”, dice, que ha vivido en la India y lleva 12 años en Ibiza: “Me dedico a la música, a las construcciones ecológicas y a la cocina india, pero no soy ‘hippy’, soy un ciudadano que vive en el planeta Tierra”. Si quieres leer más sobre este y otros reportajes, descarga la revista en PDF.
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