“Nos sentimos ciudadanos de segunda”, dicen los vecinos de una zona de Azuqueca

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, Aure Hormaechea, se ha hecho eco de las quejas de los vecinos que residen en la Avenida de Alcalá con Avenida García Lorca, los cuales en innumerables ocasiones y de forma oficial, han presentado sus quejas en el Ayuntamiento por el pésimo estado en que se encuentra dicha zona desde hace ya más de ocho años, sin haber tenido jamás respuesta alguna.

De nuevo, “la dejadez del Gobierno socialista deja abandonados a los vecinos y vecinas de esta zona por la falta de limpieza y desbroce que solamente se efectúa de cara a la galería en fecha de ferias o fiestas, dejándolos al margen el resto del año”, ha denunciado Hormaechea.

“La insalubridad en que se encuentra la zona, debido a la falta de higiene y limpieza, produce suciedad y malos olores, la tubería de la red de agua del Ayuntamiento descubierta, generando nidos de insectos y otros animales que han provocado picaduras en niños y mayores, agravado también por la cercanía de las ventanas a esta zona”, ha añadido la portavoz popular advirtiendo del “peligro de caídas de ancianos y niños que, de hecho, ya se han sucedido y que han querido subsanar echando un montón de desperdicios de alquitrán sobrante de cualquier otra obra”.

“Por la desidia del alcalde José Luis Blanco y su equipo de Gobierno”, continúa Hormaechea, “los vecinos y vecinas deben costear el alumbrado durante la noche con el foco exterior del portal ya que, durante la noche, hay vecinos que han manifestado la sensación de miedo e inseguridad al salir y entrar del portal número 7 de la calle Rafael Alberti, calle a la que pertenece según el catastro, un edificio de 35 familias”.

La “falta de implicación” por parte del equipo de Gobierno socialista del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, “dejó, deja y dejará en este estado de abandono a los vecinos, aludiendo que si bien admiten el deterioro del suelo público, no se puede hacer ninguna gestión por problemas burocráticos; problemas que hasta el momento se alargan durante ocho años y que deja la sensación, como así lo manifiestan los vecinos, de ser tratados de forma desigual sintiéndose ciudadanos de segunda aunque contribuyen con sus impuestos del mismo modo que el resto de la ciudadanía”.