La Columna de Economía de Arturo García
Acto de contrición
Por
REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Llevo con la conciencia mal desde la columna de la última semana. En ella criticaba el texto de la reforma constitucional. Posteriormente, la mayoría de los medios de comunicación la alababan, algunos abiertamente, otros introduciendo pequeñas críticas. He releído el texto de la reforma propuesta. Efectivamente, estaba equivocado en mis críticas. Para comenzar, la fecha propuesta para la entrada en vigor de lo que se ha denominado “equilibrio presupuestario” es el año 2020. Esta fecha es muy atinada. Cuenta entre sus aciertos que es un año par y que termina en cero, virtudes indiscutibles cuando se trata de superar la crisis en la que estamos inmersos desde hace varios años, y que en las últimas semanas ha llevado a nuestra prima de riesgo a máximos. Realmente, si lo que han querido es aprobar una reforma que tranquilice a los mercados transmitiendo rigor presupuestario, decir que comenzaremos a equilibrar nuestras cuentas en el año 2020 es lo mejor. SIGUE
Cualquier potencial analista e inversor en deuda pública española, una vez que haya escuchado lo anterior, se quedará tranquilo. No cabe ninguna duda.
A continuación, merece una mención especial la flexibilidad introducida, cuentan que para agradar a varios de los principales pesos pesados de la izquierda. En virtud de esta flexibilidad, el equilibrio presupuestario se puede franquear en situación de recesión económica, entre otras. Alguien puede pensar que es precisamente en el momento que hay una recesión económica cuando se corre el riesgo de incurrir en déficits presupuestarios, y que es en esos momentos cuando es esencial el rigor en el equilibrio presupuestario. Es decir, precisamente una parte muy importante de los errores que nos han llevado a la situación actual. Craso error. La flexibilidad es una virtud en sí misma y punto final. España debe poder conservar la flexibilidad para no cuadrar sus cuentas.
Por último, no se concreta lo que se debe entender por “estabilidad presupuestaria”, dejándolo a lo que se decida en las instancias europeas. Esto es más de lo anterior, puesto que al comienzo de la crisis, conforme los países de la Unión Europea iban franqueando los límites de déficit establecidos, éstos se iban ampliando en límite o en plazo, sin que entrasen en efecto las medidas coercitivas contempladas en los tratados de la Unión Europea. Es decir, si una mayoría suficiente de países tienen déficit, es muy posible que España pueda tenerlo porque la Unión Europea se vea forzada a permitirlo.
Así pues, nos comprometemos a un equilibrio presupuestario que no concretamos, a partir del año 2020, siempre y cuando la economía vaya bien. Esto no da para más.
Fdo.: Arturo García