El acusado de asesinar a su pareja cuando estaba embarazada de ocho meses, en septiembre de 2013 en Cifuentes, se ha acogido a su derecho a no declarar durante la primera vista del juicio que se sigue en la Audiencia de Guadalajara y ha dicho que tiene "confusión" sobre lo sucedido.
"Me acojo a mi derecho de no declarar porque tengo confusión de lo que sucedió aquella mañana", ha dicho el acusado, J.M.B.V, de 39 años, cuando el Ministerio Fiscal se ha dirigido a él para preguntarle por los hechos. Asimismo, el acusado se ha referido a los familiares de la víctima, C.D.C, de 32 años, a quienes ha señalado que "lo sentía mucho".
En la causa están personadas dos acusaciones particulares, en nombre de los tres hijos de la fallecida -menores de edad- y en representación de la madre y hermana de la víctima, respectivamente, que solicitan entre 20 y 25 años por el delito de asesinato así como 8 años por el de aborto, además de acusar al acusado del delito de profanación de cadáver y hurto. A estas acusaciones se suma la popular ejercida por la Junta de Comunidades al tratarse de un caso de violencia machista y la Abogacía del Estado, mientras que el ministerio Fiscal considera que se trata de un delito de homicidio, al no estar probado el ensañamiento, y pide 15 años de prisión.
Por su parte, la defensa ha pedido una pena máxima de dos años y un día al argumentar que se trató de un homicidio imprudente y que los hechos se produjeron cuando en el transcurso de una discusión la víctima golpeó la cara del acusado y éste, en un acto de defensa, la empujó cayendo hacia atrás y golpeándose en la cabeza con el pico de una cómoda, lo que le provocó la muerte. El abogado defensor ha señalado que su defendido se quedó "bloqueado" tras los hechos, lo que le hizo tomar "decisiones absurdas", y ha justificado así las numerosas versiones dadas durante la investigación e instrucción, "en muchos casos perjudiciales para su persona".
Las letradas de la acusación particular han considerado probada que la agresión se produjo "sorpresivamente" y que la víctima no pudo defenderse al estar embarazada de ocho meses, lo que le impidió evitar la agresión que le causó la muerte.
Asimismo, todas las acusaciones consideran el agravante de parentesco así como que en ningún momento hizo nada por salvar la vida del feto que llevaba la víctima en su interior.
El juicio, con jurado, está previsto que se prolongue durante otras tres jornadas.