La constructora de Florentino Pérez iba a almacenar gas en unantiguo pozo petrolífero del Mediterráneo: era el Proyecto Castor, al que se opusieron ecologistas e instituciones catalanas –el pozo estaba a 21 kilómetros de la costa, entre Tarragona y Castellón–. En marzo de 2008, el Gobierno del PSOE cambió los mapas marítimos para que todo Castor quedara en aguas valencianas. El defensor del pueblo catalán cree que se hizo para evitar problemas con esa comunidad. Cinco años después, los 500 terremotos que causó obligaron a cerrarlo. La empresa cobró 1.350 millones de indemnización, que los españoles pagaremos en el recibo del gas.
Fue una decisión prácticamente inédita: el Gobierno del PSOE cambió en marzo de 2008 las aguas marítimas de Tarragona y Castellón, moviendo 12 grados hacia el norte su límite, de 135º a 123º desde la desembocadura del río Cenia, que marca la frontera natural en tierra entre la Comunidad Valenciana y Cataluña. El cambio, un acto potestativo del Estado –del Ministerio de Fomento, que entonces dirigía Magdalena Álvarez–, dejaba libre de posibles reclamos catalanes y burocracias al Proyecto Castor: el almacenamiento de gas en un pozo petrolífero marino abandonado, y situado a 21 kilómetros de la citada frontera. Con los nuevos mapas, la plataforma quedaba ya en aguas valencianas y se agilizaba el proyecto: tres meses después de ese cambio, en mayo de 2008, el nuevo ministro de Industria, Miguel Sebastián, firmó su autorización definitiva. Fomento justifica la decisión del cambio de aguas: “Esa corrección se hizo para adaptar la legislación [de Fomento] en lo referente al reparto de competencias entre las capitanías marítimas a la legislación de Cataluña existente previamente […]. De esa manera, se simplificaban mucho las cuestiones que pudieran surgir en el día a día”.Rafael Ribó, síndic de greuges (defensor del pueblo catalán), considera que el cambio se hizo para favorecer la plataforma. “Es muy inusual un cambio así –dice Ribó a interviu–. Está claro que la legislación ambiental valenciana era más laxa que la catalana, y que las mayores protestas contra Castor venían de este territorio. Por eso se cambió la planta de tierra de Alcanar, en Tarragona, a Vinaròs, en Castellón”.
Si quieres leer más sobre este y otros reportajes, descarga la revista en PDF.
http://www.interviu.es/