El Ayuntamiento de Cabanillas, a través de la empresa que tiene adjudicadas las labores de control de plagas en la localidad, ha iniciado una campaña especial para combatir el parásito de la procesionaria, cuya presencia en el municipio, al igual que en todo el país, se ha multiplicado ostensiblemente esta temporada, debido a las inusuales temperaturas vividas este invierno.
Se trata de intensificar el tratamiento preventivo habitual mediante la destrucción física de bolsones y la poda de las ramas de aquellos árboles más afectados por esta oruga, cuya presencia es especialmente molesta por su capacidad urticante. El contacto con estas orugas afecta a las personas, y también a los animales de compañía. Por ello, las ramas podadas serán a su vez quemadas de forma controlada, para cerciorarse de la desaparición de la plaga.
Hay que recordar que la "procesionaria del pino" es una mariposa que anida en diversas especies de coníferas, como pinos, cedros y abetos, y que tiene una clásica presencia en forma de bolsones de seda, en cuyo interior se desarrollan las orugas. Su presencia en nuestros pinares y coníferas es normal, pues forma parte de la dieta de las aves del entorno, pero cuando prolifera en exceso produce daños, como defoliación en las especies arbóreas en las que se establece, y las citadas picaduras por urticaria en animales y personas.
Consejos prácticos
Como quiera que esta proliferación de procesionaria no sólo afecta al arbolado público del municipio, sino también a las coníferas que muchos vecinos tienen en sus jardines y parcelas, desde el Ayuntamiento se quieren ofrecer los siguientes consejos prácticos:
- No tocar las orugas para evitar reacciones alérgicas, que pueden ser graves en personas sensibles.
- Si se procede a realizar la corta de un "bolsón", o a recogerlo cuando cae al suelo, se recomienda mojarlo antes abundantemente, para evitar la liberación por el aire de sus pelos urticantes.
- Cuando se perciben los primeros picores por exposición, conviene evitar rascarse las zonas afectadas. Las primeras zonas donde se advierten síntomas suelen ser zonas de roce como el cuello, las muñecas o la cara.
- Si se acusan los primeros síntomas, se recomienda acudir al Centro de Salud. Sólo en caso de fuerte reacción alérgica conviene acudir a Urgencias.