El realismo cromático de José Mª Zahonero en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de Valdeluz

El acrílico o la acuarela. Pero también la grisalla, la sanguina o la plumilla. Son algunas de las técnicas con las que se atreve José Mª Zahonero, pintor de vocación autodidacta que hasta el próximo 18 de marzo muestra parte de su obra en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de Valdeluz. A sus 62 años mantiene intacta la pasión por los pinceles que le sobrevino a edad temprana, cuando halló en las artes plásticas la válvula de escape que le permitió dar rienda suelta a ese entusiasmo que profesaba por plasmar todo lo que le rodeaba. Nacido en Lupiana, la suya ha sido una carrera de fondo que ha ido fraguando paso a paso sin reglas ni doctrinas; de hecho, esa inquietud por hacerse a sí mismo le ha perseguido a lo largo de su vida. Y a la vista del resultado, no parece que haya sido en vano.

La obra de este autor que lleva a gala su alcarreñismo se encuadra en un realismo sui géneris, con una paleta de trazo firme y vigoroso que va desde lo particular a lo concreto, y de la que excluye todo aquello que pueda resultar aleatorio. No se detiene en la minuciosidad, sino que prefiere centrarse en el contexto. Sin decidirse por una temática concreta que le encasille y condicione sus emociones. Dice decantarse más por el dibujo que por la pintura, con géneros que abarcan desde el bodegón y retrato a los paisajes urbanos y rústicos o naturalezas muertas. Zahonero admite que si tiene que elegir alguna técnica pictórica por la que tenga predilección esa es el óleo sobre lienzo, pero domina otros muchos procesos creativos, con algunos de las cuales ha logrado extraordinarias soluciones.

La larga trayectoria de José Mª Zahonero ha estado jalonada de un puñado de acontecimientos que le han reencontrado con el público. Desde que con apenas 18 años decidiera compartir en Brihuega su saber con unas cuantas obras de temática local, ha expuesto en una docena de salas. Además de en su Lupiana natal, ha paseado sus cuadros por Horche, Guadalajara y Madrid. E incluso se ha atrevido a participar en algún que otro concurso de pintura. En 2011 se presentó a Artemático, el concurso que convocaba la Escuela de Arte de Guadalajara con el patrocinio del Patronato Municipal de Cultura y que en aquella edición estaba dedicado a la ciudad. Y consiguió un accésit entre las cerca de medio centenar de obras que concurrieron entonces. Al año siguiente tomó parte en el Certamen Nacional de Pintura de Azuqueca de Henares y su trabajo fue seleccionado para la exposición del concurso.

Desde que en el verano de 2014 abriera sus puestas, la Concejalía de Cultura ha programado una veintena de exposiciones en esta sala de arte. “El de José Mª Zahonero es un magnífico ejemplo que ilustra a la perfección la razón de ser de este espacio artístico, que nació para dar la oportunidad a los artistas noveles y aficionados de mostrar su obra”, opina Juan Antonio Perojo. Lo dice el propio autor de sí mismo: ‘en mi obra se refleja la inquietud de mi carácter y mi afán de superación, lo que hace que continuamente experimente con nuevas técnicas’. Solo hay que echar una ojeada a sus creaciones para comprobar que esa reflexión personal no es ninguna floritura.