Un artesano tallará para Campillo de Ranas las placas de sus calles en pizarra

Campillo de Ranas será pronto un pueblo aún más negro gracias a las diestras manos de Jorge Palero, un joven artesano de la pizarra que en apenas unos años de trabajo se ha convertido en toda una referencia de la provincia de Guadalajara.

Y es que Jorge ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento de este emblemático enclave de la Ruta de los Pueblos Negros en la Sierra Norte para tallar en pizarra las placas de sus calles. Lo hará, además, de manera gratuita, como demostración de afecto hacia el territorio cuyo material definitorio se ha convertido en su medio de vida y pasión.

Recientemente, de la ‘factoría’ de Pizarras Palero salieron también, por segundo año consecutivo, los trofeos que distinguieron a los Serranos del Año en el VIII Día de la Sierra, organizado por la Asociación Serranía de Guadalajara, que en esta ocasión tuvo como escenario, el pasado 17 de octubre, la localidad de Pálmaces de Jadraque.

La gran ilusión de Jorge (que presume de ser artesano de los de antes, de los de martillo, cincel, punzón y lima, sin intervención alguna de ayuda mecánica) es que el resto de los ‘Pueblos negros’ se animen a seguir los pasos de Campillo y decidan homenajear con la rotulación de sus callejeros a esa misma roca con la que se construyeron las casas que los trazaron.

Su esfuerzo busca poner en valor la pizarra y mostrar que su uso puede y merece extenderse mucho más allá que como mero material de construcción. Para ello, Pizarras Palero es ya una presencia ineludible en las más reputadas ferias de artesanía de la provincia. Localidades como Atienza, Tamajón, Hita o Sigüenza han sido testigos del trabajo en directo de Jorge, plasmado en todo tipo de bajorrelieves, desde fieles reproducciones de fotografías o portadas de libros, hasta escudos heráldicos o incluso fósiles de dinosaurios. Uno de sus trabajos más celebrados fue la reproducción a escala de una de las celosías de la iglesia románica de Santa Coloma, en la localidad de Albendiego.

Cualquier idea o es susceptible de cobrar forma en pizarra, como demuestra Jorge día a día.

Su último encargo ha sido el de la realización de cuarenta imanes para la Diputación Provincial de Guadalajara para su venta en el Castillo de Torija. Un trabajo que deberá compaginar a lo largo de los próximos meses con el objetivo de que la próxima primavera las calles Campillo de Ranas proclamen sus nombres con el orgullo de su negro origen.