No pudo ser, pero se intentó hasta el final. El Azuqueca, que coseguía hace un año conseguía el ascenso a Tercera División, moría con las botas puestas en la semifinal por el ascenso a Segunda División B. Un curso para enmarcar, de sobresaliente, que sobre todo ha devuelto de nuevo la ilusión por el fútbol a este clásico de la Tercera División.
Pese a que los azudenses tuvieron opciones durante la mayor parte del partido, en la primera mitad no fueron capaces de transformar las ocasiones de las que gozaron para contrarrestar el 1-1 de la ida. Ya en la segunda mitad, los gallegos se mostraron más acertados y certificaron el pase a la final por el ascenso y la eliminación del Azuqueca.
La primera parte discurrió según el guión que quería Joselu. El entrenador azudense había repetido durante la semana que su equipo no tenía la necesidad de remontar un marcador adverso abultado y por lo tanto planteó un partido serio para cometer los menos errores posibles.
Así, más allá de los primeros minutos de contacto entre los dos equipos, el Azuqueca comenzó a buscar la portería de Valín. Es cierto que la primera oportunidad más o menos importante se dio en un tiro de Agulló. No obstante, poco después los azudenses respondieron con un remate de Esaúa la salida de un corner que también animó a las decenas de desplazados a tierras gallegas.
La mejor ocasión de toda la primera parte la tuvo en sus botas Chilo. El futbolista madrileño, uno de los más activos en toda la primera mitad, no pudo superar al meta gallego en un tiro a bocajarro. Antes de llegar al descanso, los castellano-manchegos todavía gozarían de otra ocasión para haberse adelantado en una acciónd e Jorge Rojas.
En la segunda parte, los locales salieron con todo. En apenas un par de minutos gozaron de dos ocasiones clarísimas que no terminaron en gol por poco. En la primera, Javi Alonso se adelantaba a Uzal, quien pedía penalti en la acción del cancerbero azudendense, mientras que poco después eraEdu el que lo intentaba desde lejos y su tiro salía rozando el larguero.
Detenida esta hemorragia inicial, Joselu optó por cambiar su disposición en el campo introduciendo a Gesé y Roberto Izquierdo. El cambio táctico y algunas jugadas a balón parado dieron algo de oxígeno a un equipo que lo había pasado muy mal por la pujanza del equipo local.
Paradójicamente, cuando parecía que las fuerzas se habían vuelto a igualar, llegó el primer gol de los locales. Un error en la salida de los rojinegros acabó con el balón en las botas de Álex Ares. El delantero del Cerceda, desde la frontal y con la izquierda ajustó el balón lejos del alcance de Javi Alonso.
Este tanto, a veinte minutos del final, a la larga hizo mucho daño al Azuqueca. Es cierto que los visitantes no se dejaron ni un gramo de energía que derrochar sobre el césped de OˋRoxo, pero con más corazón que cabeza.
En medio de ese quiero y no puedo, el recién incorporado Albendea robaba la cartera a la defensa azudense para hacer el segundo gol y dejar la eliminatoria prácticamente imposible para los de Joselu.
Ya en el descuento, Miguel Ramos gozó de una buen ocasión para haber metido el miedo en el cuerpo a los locales en un remate de cabeza en el saque de una falta, pero el esférico fue manso a las manos del portero y las posibilidades de pasar de ronda se esfumaron para el Azuqueca.
Si (
No(
