Navacerrada se convierte este fin de semana en la capital del triatlón con la celebración de la IV edición del Bola del Mundo. Un domingo con carácter castellano-manchego, pues su principal patrocinador es la empresa, con sede en Cuenca, playthe.net, canal de comunicación digital que ha querido respaldar al deporte como ejemplo de esfuerzo y superación personal.
Cerca de 400 inscritos se enfrentan este fin de semana a una prueba que edición tras edición se va posicionando en el pódium de los ya muchos triatlones que se celebran en nuestro país, donde dureza y belleza se dan la mano. Un deporte que, a pesar de sus grandes exigencias, cada año gana en adeptos.
Triatlón de media distancia más duro del mundo
El triatlón de las nubes o el más bestia, son algunas de las denominaciones que ha recibido esta joven prueba que se desarrolla entre las cimas más altas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Y, de hecho, sí que podemos de decir que probablemente estemos ante el triatlón de media distancia más duro del mundo.
Todo comienza entre sombras, bajo un cielo estrellado, en el embalse del turístico y acogedor pueblo de Navacerrada, a 60 Kilómetros de Madrid y a las faldas de las montañas de la sierra madrileña. Aquí, los concentrados triatletas colocan sus bicis de carretera en boxes y esperan a los primeros rayos de sol, momento en que se da la salida.
Casi 2.000 metros de natación para los de la distancia ‘medio ironman’ y 1.500 metros para los de la distancia corta.
A medida que amanece se van recortando sobre el cielo los perfiles de La Maliciosa, Siete Picos y el Alto de Guarramillas, popularmente conocido como La Bola del Mundo. Sobre su cima, sus ya míticas antenas son referencia para cualquier montañero.
Y ahora, 90 kilómetros esperan a los deportistas en bicicleta, agrupando los puertos de La Morcuera y Cotos, para a continuación enfrentarse a los durísimos 3 kilómetros del Puerto de Navacerrada, hasta alcanzar la Bola del Mundo. Un sector que también tiene mucho de simbólico y que finaliza emulando la etapa reina de la Vuelta a España 2010. Una etapa que desató una batalla entre los favoritos y que fue la decisiva para el pódium final.
Para muchos el objetivo es llegar a los boxes de la segunda transición (T2) sin poner pie a tierra, difícil misión cuando te enfrentas a rampas que superan el 20 por ciento de desnivel y sientes que el aire no llega a tus pulmones. Es lo que pasa cuando se acumula el ácido láctico en piernas y brazos. Sí, brazos, porque aquí tiras casi más de ellos que de las piernas y la altura a la que te encuentras, por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, juega en tu contra.
Pero la llegada al nido es hermosura en estado puro. Unas vistas impresionantes, con la cima de Peñalara, bosques, embalses, montañas y más montañas. Ahora es su turno. El turno de las montañas. Chicos, ¡a por ellas!
Comienza el sector carrera a través de la Cuerda Larga de la Sierra, pasando por las cimas de Valdemarín, Cabeza de Hierro y Bola del Mundo. 20 kilómetros de puro trail running. Te sentirás solo e inseguro, pues todo el camino en el que te adentras lo tendrás que hacer de vuelta. No hay abandono posible, ni vía de escape, solo estáis tú, tu fuerza y tus piernas.
La recompensa es la llegada a meta. Las emociones se disparan, te vienen de golpe todas las imágenes del día como si hubiese pasado mucho, muchísimo, más tiempo. Te duele todo, apenas puedes andar pero estás feliz, muy feliz. Ya has hecho el Bola del Mundo.
Los números
Los números hablan por sí solos. Tri Bola Largo 2.000m/90km/20km con un desnivel positivo en ciclismo de 2.233 metros y otros 1.000 metros en el sector de trail running.
El Tri Corto. 1.500m/27km/10km con 1.321metros positivos en el sector ciclismo y 600 metros en la parte de trail running