David Guerrero tenía 13 años y un prometedor futuro artístico. Desapareció en 1987. David salió de su casa, en el barrio malagueño de Huelín, camino de la academia de pintura, a una exposición y a una entrevista para la radio en el centro de la ciudad.
Era un niño prodigio de la pintura que comenzaba a llamar la atención tras exponer un cuadro sobre la Semana Santa, pero su rastro se perdió hace 29 años. Nunca tomó el autobús que debía conducirle al centro de la ciudad. David Guerrero Guevara tenía 13 años cuando desapareció. Eran las seis y media de la tarde del 6 de abril de 1987 cuando el niño se dirigió a la parada de autobús ubicada a 150 metros de su casa. David iba a sus clases de pintura en la calle Granada y después tenía su primera entrevista con un periodista en la radio.
Había expuesto recientemente un cuadro durante la Semana Santa malagueña con gran éxito y eso había llamado la atención de la prensa local, debido a su prodigioso talento para la pintura a tan corta edad. Aquel fue un lunes normal, su madre, Antonia Guevara, recuerda que comió y merendó como todos los días, viendo dibujos animados en la televisión, y su padre, José Guerrero, le dibujó un croquis para ir desde la academia hasta la exposición donde tenía la entrevista y debía recogerlo para llevarlo a casa.
Aquel día la reina Sofía estaba en la ciudad y el despliegue policial era importante en el centro, así que los investigadores descartaron casi de inmediato que hubiese sido introducido a la fuerza en un vehículo. José contaba en el número 574 de interviú, de 13 de mayo de 1987, que salió de casa a las diez de la noche para recoger al niño: “No me gusta que ande solo por la calle cuando ha oscurecido”, explicaba. Pero no encontró a su hijo donde esperaba. “Dos horas después –añadió– me presenté en comisaría para denunciar la desaparición. Los agentes me aconsejaron esperar, ya que, según ellos, mi hijo se había retrasado poco tiempo y era posible que apareciese en cualquier momento”.
La familia se gastó dos millones de pesetas (12.000 euros) en imprimir pasquines y fotografías y colocarlos por toda la provincia, pero no tuvieron éxito en la búsqueda.
La historia completa, en nuestra edición en PDF.
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