Era solo una operación de hernia, pero... salió con "una paraplejia y disfunción eréctil que le ha dejado incapacitado"
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
miércoles 21 de septiembre de 2016, 18:49h
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha sido condenado a indemnizar con 296.000 euros más los intereses de demora (370.000 euros en total) a un paciente que sufrió daños irreversibles tras ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas (Ciudad Real).
La asociación del Defensor del Paciente ha dado cuenta hoy, en rueda de prensa, de la sentencia firme en la que se condena al Sescam a indemnizar a Enrique Ortega, un hombre de 62 años, después de quedar con graves secuelas como consecuencia de una mala praxis médica durante la intervención a la que fue sometido en este centro hospitalario.
El abogado de la asociación El Defensor del Paciente Francisco Fernández-Bravo ha explicado que este hombre sufrió las lesiones cuando iba a realizarse una operación relativamente sencilla de hernia umbilical.
Fue entonces cuando por decisión unilateral de un cirujano y el anestesista que le iban a atender se determinó que se le iba a realizar una operación con anestesia epidural, en vez de anestesia general, y tuvo que firmar el paciente "en la camilla de camino al quirófano el consentimiento informado".
A consecuencia del "proceder anestésico" el paciente sufrió una lesión en la espalda, que le provocó "una cola de caballo completa, una lesión parecida a una paraplejia, además de otras lesiones como intestino neurógeno, vejiga neurógena, disfunción eréctil y dolor neuropático grave, que le ha dejado incapacitado".
La sentencia, ha dicho el abogado, "reconoce los hechos de la demanda" y estima la indemnización que ha de recibir este hombre de 296.000 euros, que, según Fernández-Bravo, dentro de la jurisprudencia para casos similares "es la cantidad más importante que se ha podido constatar que recibirá un paciente en España".
El abogado, que ha estado acompañado en la rueda de prensa por el propio paciente y la presidenta de la asociación del Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha señalado que aunque están contentos con el resultado de la demanda, entienden que esta cantidad de dinero "es baja" para el perjuicio que se causa a paciente.
De hecho, ha indicado que este hombre ha tardado casi tres años en volver a aprender a andar y ahora sólo puede recorrer distancias cortas con muletas, mientras que para distancias largas ha de utilizar una silla de ruedas impulsada.
El afectado, Enrique Ortega, ha comentado que además del dolor crónico que padece y el resto de secuelas físicas que sufre, tiene la sensación de sentir cómo le han "fastidiado la vida" cuando estaba a punto de jubilarse.
Tras explicar que tiene hijos y una vida por delante que ha quedado truncada, la "única suerte" que ha tenido es la de contar con el apoyo de la asociación del Defensor del Paciente que le ha apoyado en todo este proceso.
Ha comentado que aunque el resultado final de la demanda es bueno para él, no cree que con ese dinero "se pague todo lo que ha pasado y tiene que pasar en el futuro".