Entrar en el Hospital Universitario de Guadalajara es como hacer un viaje retrospectivo a una República Bananera: empobrecido y atrasado, sucio y abandonado… las instalaciones ofrecen una imagen lamentable y vergonzosa que desgraciadamente tienen que sufrir los pacientes y familiares nada más pisar el recinto.
Por desgracia, estos días he tenido que acudir a urgencias con un ‘pariente cercano’ -derivado por el Dr del Centro de Salud de nuestra localidad-, aquejado de un dolor precordial.
Nada más entrar por urgencias, tras vivir una auténtica aventura para aparcar, nos encontramos el servicio colapsado. Una megafonía imposible de escuchar nos avisaba para que pasara a la sala de triaje, donde posteriormente se le extrajo sangre. En ese momento eran las 14:20´hs. Hasta las 20:15 hs esperamos pacientemente los resultados, llegando a pensar que se habrían extraviado, o incluso que se habían olvidado de nosotros.
Sin ánimo de dramatizar, la situación que allí se vive es absolutamente penosa: había una señora embarazada con dolores de parto a la que mantuvieron esperando en aquellas sillas sucias e incómodas hasta que uno de sus familiares entró a quejarse, toda la sala estuvimos pendientes de la pobre mujer. Otro paciente entró con un golpe en la cabeza y la cara manchada de sangre: le ofrecieron un clínex; un señor con vómitos continuos aguantó lo que pudo abrazado a la papelera…y así hasta más de seis interminables horas, sin que, por cierto, pasara nadie a limpiar un poco aquel desastre.
Cuando por fin nos avisaron por la insufrible megafonía, no pude resistirme a preguntar al Dr si el retraso se debía a las pruebas; me contestó que no, que había entrado un accidentado y como eran (digo literal) “tres gatos”, no daban de sí. El sistema informático dijo que era obsoleto y añadió, “los Médicos del Mundo en medio de Gambia tienen mayores recursos que nosotros”, y no disponemos siquiera de un Informático.
Entendí que no era el momento de insistir, pero una vez pasado el mal trago una se pregunta…
¿Dónde están las voces de los socialistas que exigían que se terminasen las obras del Hospital? Concretamente, en febrero de 2012, el Grupo Parlamentario Socialista presentó una Proposición no de Ley en las Cortes regionales en la que instaba al Gobierno de Castilla-La Mancha (entonces del PP) a presentar un calendario de ejecución de las obras del nuevo Hospital de Guadalajara. Y me pregunto: ¿dónde quedó esa queja? Porque desde que el perdedor Sr Page gobierna en Castilla-La Mancha hasta hoy, el mayor movimiento ha sido la desaparición de la grúa del ‘futuro’ nuevo Hospital.
Habrá que solicitar a quienes se ponían las camisetas por una “Sanidad Pública de Calidad” que las saquen del armario y se dispongan a manifestarse, ya que el Sr Page ha firmado 32 contratos con empresas de Sanidad Privadas para derivar a los pacientes, el Sr Page niega a Guadalajara y Toledo la asistencia sanitaria con Madrid, el Sr Page no ha puesto en marcha ni un solo Centro de salud nuevo en un año y medio, prometió también más hospitales, en Guadalajara, Cuenca, Puertollano…igual se refería a los de playmobil…
La única realidad es que el Gobierno de Page no ha invertido un solo euro en materia de Sanidad. Prometió aumentar las pruebas diagnósticas, aunque impide a los facultativos acceder a ellas; el Sr Page prometió más camas en los hospitales -igual a la señora que casi se puso de parto en urgencias le hubieran venido bien-; y puestos a recordar las promesas incumplidas, ¿dónde está el segundo Centro de Salud de Azuqueca? … Y lo que es más doloroso, el Sr Page tiene 1.250 niños mayores o menores de 9 meses en lista de espera para operarse.
Habrá que ir preparando las pancartas como hicieron vergonzosamente los socialistas en los edificios municipales.
Mientras seguimos esperando que Page cumpla sus promesas, si usted se pone malo en Guadalajara o en el resto de Castilla-La Mancha…como diría mi abuela… ¡que Dios le pille confesado!
Aure Hormaechea
Presidenta del Partido Popular de Azuqueca de Henares