“El sellado del antiguo vertedero municipal ha sido una importante actuación que no solo acaba definitivamente con el vertido incontrolado de residuos, sino que también supone la recuperación paisajística y medioambiental de más de siete hectáreas de terreno que, en el futuro, podrán formar parte de los espacios de esparcimiento de los casareños”.
Así lo ha destacado el alcalde de El Casar, José Luis González Lamola, tras visitar –junto al concejal de Obras y Servicios, técnicos municipales y representantes de la empresa que ha ejecutado las obras- el lugar que hace años ocupó el viejo vertedero, un emplazamiento que había sido clausurado hace años pero que seguía siendo utilizado por algunos como lugar habitual para el vertido de residuos, lo que había provocado un importante nivel de deterioro.
Con una inversión aproximada de 1,2 millones de euros, se ha procedido al sellado, clausura y recuperación ambiental de 7,13 hectáreas. Los trabajos han consistido en el vallado del recinto, movimiento de tierras con perfilado de taludes y tapado de residuos y escombros, construcción de terraplenes y extendido una capa de tierra de unos 20 centímetros de espesor con el fin de regularizar y cubrir totalmente los residuos, compactando finalmente esa capa, quedando preparada para extender el geocompuesto de impermeabilización. Además, para garantizar la eficacia de los trabajos, evitar escorrentías y disminuir el impacto visual, ha puesto semilla en toda la superficie del vertedero para favorecer a medio plazo la instauración de la vegetación natural que proteja los taludes, creando así un medio adecuado para la colonización progresiva de los taludes por parte de especies adaptadas a las condiciones del terreno.
Con esta actuación, que forma parte del Plan de Gestión de Residuos Urbanos de Castilla-La Mancha, se ha recuperado paisajística y mediaambientalmente una superficie de más de siete hectáreas.
Según ha apuntado el alcalde tras su visita al viejo vertedero con motivo de la recepción de las obras, los terrenos podrán tener en el futuro una utilidad para el pueblo acorde con la protección del entorno, incluso incorporarse como parte de una ruta ecológica que disfrute de vecinos y visitantes.