Con el paso del tiempo, los vecinos han visto cómo el caudal de la Fuente de los Cuatro Caños de Yebes disminuía de forma paulatina. El motivo se ignoraba. Últimamente, incluso había aparecido una corriente continua de agua en el punto medio de la losa donde se localiza el pilón, a la altura del escalón que hace las veces de bordillo de acera con la cuneta de la carretera GU-205 en dirección a Horche y Valdarachas. Una meticulosa excavación en la zona afectada logró diagnosticar e identificar el problema, que se debía a que el aporte de agua a la fuente había desviado el cauce, motivo por el cual no llegaba agua a los caños y, en cambio, asomaba por un lugar diferente al que debiera. Gracias a la intervención llevada a cabo por el Ayuntamiento de Yebes en las últimas semanas, se ha conseguido devolver a este manadero el aspecto que tuvo décadas atrás.
Situada en la margen izquierda de la carretera en dirección a Valdarachas, esta fuente de cuatro grifos vierte sus aguas procedentes de un manantial situado a decenas de metros y cuenta con paño rocoso y estrecho pilón de piedra tallada donde se embalsan. En tiempos era utilizada por los arrieros para abrevar a las caballerías y hoy muchos vecinos y viajeros de paso llenan sus garrafas con estas aguas. “En los últimos tiempos apenas salía un hilo por los caños, que presentaban un aspecto lamentable y completamente enmohecido”, detalla Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente. En sus orígenes debió poseer un quinto chorro puesto que era conocida como la ‘Fuente de los Cinco Caños’. Aunque sus orígenes se remontan al siglo XVIII, la actual fue rehabilitada en 1985 y para ello se emplearon bloques de piedra procedentes de la ermita de San Sebastián. Debido a su reciente construcción, es conocida popularmente como la Fuente Nueva.
En una primera fase y tras descubrir que el encañado de piedra estaba completamente desmoronado y roto, lo que impedía que el agua discurriera por el cauce, se comprobó que llegaba de dos sitios a la antigua arqueta de piedra. De un manantial y del rebose del antiguo pozo de bombeo, de donde casi no traía agua. Por esa razón se decidió sacar la vieja bomba de la caseta y vaciar completamente el pozo, de cuyo fondo se extrajo arena, fango y lodo para después volver a llenarlo. Una vez saneados los tramos aguas arriba de la arqueta, la propia arqueta y el tramo agua debajo de esta hasta el reparto a los cuatro caños, se observó que aumentaba la cantidad de agua que llegaba a estos. Al verificar que el funcionamiento de la fuente mejoraba considerablemente, se sustituyeron los antiguos tramos de encañado por tubería de fundición dúctil y la primitiva arqueta por un pozo nuevo, en el que se elevó la salida para crear un pequeño decantador que pueda atrapar posibles arrastres de partículas, como piedrecillas. También se han sustituido los cuatro caños antiguos, que estaban corroídos, oxidados y descascarillados por el agua, por otros cuatro de latón.
Una vez solucionado el problema de la escasez de agua que llegaba a los grifos, se comprobó que este continuaba saliendo por el punto de la losa cercano a la carretera. Con el fin de detectar dónde podía estar el problema, se decidió descubrir el trazado que discurre desde la mocheta del vaso de la fuente que actúa como rebose en dirección aguas abajo. “Ese trabajo permitió observar que el problema era debido a que el tramo de encañado estaba igual de atorado y desmoronado que los anteriores”, dice Vidal Gaitán, edil de Medio Ambiente. Así que se decidió descubrir y sanear el trazado y reemplazarlo por un tubo dren recubierto con malla geotextil y relleno de grava para que filtrase el agua y lo recogiese y condujese hasta la misma rejilla donde lo venía haciendo hasta la fecha. Además, se han aprovechado estos trabajos para terminar con hormigón el resto de la losa donde se encuentra el vaso y eliminar los grafitis que había en la mampostería del muro mediante el cepillado con radial.
Estos trabajos han corrido a cargo de la brigada municipal de obras y la empresa encargada del ciclo integral del agua. El concejal de Medio Ambiente reconoce que las obras de reparación de la Fuente de los Cuatro Caños han sido un “auténtico quebradero de cabeza” debido a la obsolescencia de los materiales y dado que ha sido necesario trabajar sobre la marcha para “detectar dónde estaban las anomalías e improvisar soluciones paso a paso”. Ahora, el agua ya no aflora por ningún punto de la losa y es conducida de manera perfecta hasta la rejilla como antaño. A la fuente llega mucho más caudal que antes y los nuevos caños han mejorado de forma ostensible el aspecto. “Hoy igual que ayer, los vecinos de Yebes vuelven a ver y oír desaguar la fuente en la rejilla y en el barranco situado al otro lado de la carretera”, se congratula Vidal Gaitán.