El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha firmado hoy el decreto para cambiar la denominación de algunas calles y plazas de la ciudad.
La Plaza de los Caídos en la Guerra Civil pasará a llamarse Plaza de España, nombre apropiado para el lugar en el que se encuentra el monumento más emblemático y visitado de Guadalajara: el Palacio del Infantado. Esta nueva denominación rendirá homenaje a la nación española. El cambio no significará que aquellas personas de ambos bandos que perdieron la vida en tan lamentable guerra fraticida, vayan a ser olvidadas por la ciudad. El nombre de Plaza de los Caídos fue designado en 1981 por el alcalde Javier de Irízar Ortega.
La calle Gutiérrez Orejón pasará a denominarse calle Buen Vecino. De esta forma, se recobra el nombre de esta callejuela, que históricamente se llamó Buen Vecino en memoria de Francisco Buenvecino -o Buen Vecino-, personaje que a finales del siglo XVI cedió una porción de terreno de su propiedad para poder crearla y de este modo, comunicar la Carrera de San Francisco con la calle de La Mina.
Por último, se dará el nombre de Glorieta de los Agricultores y Ganaderos, a la existente en la confluencia del Paseo de la Estación con las Avenidas de Pedro Sanz Vázquez y Aguas Vivas, la cual carece de denominación. Dicha glorieta cuenta con una noria como elemento ornamental, guardando esta máquina para la extracción de agua una estrecha relación con dichas profesiones. Con esta denominación se trata de rendir homenaje a uno de los sectores más importantes y tradicionales de Guadalajara.