Con la 'Fiesta de los Mayos' comenzaba el mes más esperado de la villa de Fuentenovilla, puesto que en estos días la villa alcarreña va a celebrar sus fiestas patronales en honor a sus patronos, la Virgen del Perpetuo Socorro y San Isidro Labrador, a quien como todos los años, los fuentenovilleros pedirán las últimas lluvias que terminen de hacer crecer las cosechas, antes de que el sol las espigue y las grane.
Antes, en la última tarde de abril, la mocedad local, liderada por los siete quintos que cumplen su mayoría de edad en 2017, acompañada de muchos animosos veteranos que recordaron años pasados y demostraron conservar intacto el amor por su pueblo y sus costumbres, se dirigió hacia la carretera de Escariche, donde, en la vega, cortaron un chopo grande y recto de en torno veinte metros de altura. Su grosor y el peso de la tronca puso a prueba las fuerzas de los casi cincuenta valientes que se unieron, siguiendo las instrucciones de los mayores para ponerlo en pie. Así permanecerá, derecho como una vela, en la Plaza del Corralón de Fuentenovilla, a la espalda de la Iglesia Parroquial de la villa alcarreña, rivalizando en altura con la de la torre del monumento.
Previamente, los fuentenovilleros habían practicado un profundo agujero en el suelo que le está dando cimiento todo el mes de las flores, y hasta el primero de junio. Como cada año, los veteranos quienes aconsejaron a los mozos sobre cómo llevar a cabo la operación, aportando técnicas de izado aprendidas de la experiencia y de sus mayores para llevar la plantación del mayo a buen puerto, como siempre lo hiciera el capitán de fragata Blas de Salcedo, fuentenovillero ilustre, con los navíos que sabiamente gobernó.
A continuación, los quintos de 2017 prepararon una limonada con la que invitaron, refrescaron e infundieron ganas a quienes participan de la acción de la corta, transporte y plantación del palo. Son sido Roberto, Celia, Vanesa, Lucía, Camino, Cristian y Lucía.
La 'Fiesta de los Mayos' continuó a las doce de la noche, cuando Fuentenovilla se reunió de nuevo a la puerta de la Iglesia, junto a la picota, para cantarle los 'Mayos a la Virgen'. Después, los quintos pidieron permiso a la alcaldesa, Montserrat Rivas, para iniciar la ronda por el pueblo. Es tradición que empiece por la casa del regidor fuentenovillero correspondiente y también que quien lo es invite a la ronda a moscatel y bollos. Naturalmente, Montserrat Rivas cumplió la costumbre.
Después, los músicos callejeros recorrieron las casas en las que hay mozas solteras, principalmente, cantándoles sus sones hasta altas horas de la madrugada. La ronda terminó pasadas las cinco de la mañana, después de haber cantado más de sesenta mayos por las puertas de la villa.
Además, en 2017 la localidad de Fuentenovilla había convocado a los quintos nacidos en el año 1967, que lideraron la fiesta en el año 1985. Además de participar en la colocación del mayo, y por supuesto, también en los cánticos de los mayos a la Virgen y en la ronda, los veteranos, catorce en total venidos incluso de ciudades tan distantes como Salamanca para la ocasión, compartieron una agradable velada, en la que hablaron de su mocedad, de los viejos y de los nuevos tiempos, y renovaron el cariño por la localidad en la que se criaron o que, en algunos casos, les vio nacer.
En la mañana del día primero de mayo, los quintos salieron de nuevo de casa en casa a cobrar el mayo. Cada vecino ofreció la voluntad, y, con ese dinero, la mocedad organizó una comida en la que la juventud invita a familiares y a quienes han colaborado en la fiesta o cantando durante la noche.