Una gran tormenta, con los fuertes vientos como protagonistas, recorrió en la tarde y la noche de ayer toda la comarca de Guadalajara Sur, dejando numerosos destrozos tanto en los municipios de la zona como en las carreteras que las unen.
Los conductores que volvían a sus casas después de una dura jornada de trabajo se encontraban con que el viento había tirado árboles sobre la vía, imposibilitándoles llegar a su destino.
Algo similar a lo que ocurrió en algunas localidades. En Yebra, por ejemplo, varios fueron los árboles que terminaron en el suelo a causa del temporal, tanto en viviendas particulares como en la propia piscina municipal, destrozando una de sus vallas en la caída. Igualmente, la Avenida de Guadalajara tuvo que ser cortada por casos similares.
“Parecía como si fuera un huracán”, afirma su alcalde, Juan Pedro Sánchez, quien en estos momentos se preocupa de que el pueblo se restablezca lo antes posible, más hoy que empieza sus fiestas de San Cristóbal. “Menos mal que no tuvimos ni que llamar a la gente y enseguida aparecieron numerosos voluntarios para ayudar en lo que hiciera falta”, añade muy agradecido.
En Almoguera, adiós al muro del cementerio
Igual de grave fue lo que ocurrió en la vecina Almoguera, donde las fuertes lluvias terminaron por derrumbar el muro del cementerio municipal. Por su parte, la valla del campo de fútbol también fue volcada por el viento.
Mondéjar sufrió igualmente esta temible tormenta. Grandes trozos de granizo cayendo desde el cielo y fuertes lluvias llegaron a anegar algunas de las calles principales de la villa alcarreña.
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