Artículo de opinión de IU Azuqueca: En manos de quiénes estamos

Los municipios exitosos tienen buenos líderes que, por supuesto, se rodean de colaboradores efectivos. El principal factor que explica el buen funcionamiento de las instituciones es, sin duda alguna, el factor humano. El liderazgo, la acción colectiva y la responsabilidad de la comunidad son los principales elementos que explican su éxito. Tras una buena administración municipal hay un Alcalde rodeado de un buen equipo de colaboradores.

A esto le acompaña la exigencia de ser transparente. La transparencia es apertura a la toma de decisiones, voluntad de compartir información acerca de las acciones del gobierno y una puerta abierta a las políticas de planeación y administración de los programas y servicios del gobierno municipal, factores todos ellos imprescindibles para lograr el éxito en su acción política.

Desgraciadamente, al señor Blanco no le acompaña ni lo uno ni lo otro. Ni ha sabido rodearse de un buen equipo de colaboradores ni tampoco puede presumir de ser un gobierno transparente.

Sus grupo de concejales, y eso que muchos de ellos llevan años en esto de la gobernanza, no saben distinguir una transferencia de un suplemento de crédito, ni una ordenanza de de un bando municipal. Otros no saben ni siquiera en qué consisten los asuntos que van a ser debatidos en Pleno, mientras intentan camuflarlo bajo un velo de chulería con la intención de hacernos creer que controlan el tema. Qué absurdo. El resto no se atreve a levantar la cabeza del papel cuando le interpelan por miedo a no saber contestar las preguntas que le formulan tanto la oposición como los vecinos. Y luego hablan de respeto. ¡Increíble!
Un buen gobierno maneja con transparencia y eficacia sus recursos de todo tipo, especialmente los financieros, informa y responde al control ciudadano. Un buen gobierno es honesto y eficiente; planifica su futuro, y este plan preside y precede a la acción, no improvisa, no da meras respuestas: propone, escucha, decide. Mira más allá de lo urgente, planteándose políticas de medio y largo plazo.

Todo líder sabe que necesita de la plena cooperación de su personal. Es más, entiende que le es indispensable un puñado de colaboradores cercanos con mucha iniciativa, creatividad y capacidad de toma de decisiones si quiere cumplir su programa de acción. De hecho, los buenos líderes están dispuestos a conceder un margen importante de autonomía a sus equipos de confianza, en la medida en que están convencidos de que actuarán como lo harían ellos mismos.

Sin embargo, los dos años de gobierno de Blanco representan una etapa de ostensible incompetencia al frente de las concejalías, improvisación, abulia administrativa y de ausencia de buenas prácticas de transparencia en la gestión municipal. Lo peor, es que él lo sabe.

Como decía Antonio Gala, “un gobernante que quiere dar por cumplido su oficio con un equipo que no alcanza ni el aprobado, lo mejor que puede hacer es clausurar el curso y dar vacaciones al profesorado”.
“Le acompañamos en el sentimiento, señor Blanco”.