El Hogar Alcarreño, tras sus dos primeras victorias en el campeonato liguero viajaba a terreno del Pantoja con la moral por las nubes, máxime tras haber ganado entre semana el Trofeo Virgen de la Antigua, pero conscientes de que había que encarar el compromiso con suma humildad y poniéndose el mono de trabajo desde el minuto uno, ya que en esta categoría, recién estrenada, no te perdonan ni un solo error.
Para este compromiso el técnico alcarreño viajaba con tres bajas en el plantel, como son las de Carbajo (lesionado desde el partido ante el Formación Talavera), Yancarlo y Javi (que sigue esperando el transfer de Estados Unidos).
Así las cosas tras unos minutos iniciales de tanteo, los blanquiazules comienzan a jugar el esférico con criterio, imprimen gran intensidad a sus acciones y tras hacerse claramente con la manija del encuentro ponen cerco al portal local, aunque sin crear ocasiones de verdadero peligro. Los toledanos, por su parte, juegan en largo y buscando rápidos contragolpes que sorprendan al entramado defensivo de los visitantes, que muy concentrado y siempre bien colocado aborta cualquier ocasión de los rojillos.
Pero fruto del dominio hogareño, De la Cal recibe el esférico en el interior del área, tras un saque de banda, y acierta a rematar a las mallas el primer tanto de la tarde.
Esto espolea a un Pantoja que juega bastante duro, con la permisividad del colegiado, e iguala el dominio territorial con un juego que se desarrolla en la parcela central sin que ningún equipo consiga crear ocasiones claras de gol.
Sin embargo y para asombro de todos, en el minuto 21, Cobeja ve adelantado a Carlos Valderas y lanza un potente disparo bombeado, desde más allá de 35-40 metros, pegado a la banda izquierda, que bate al meta visitante.
Y así se llega al descanso, con mejor juego del Hogar Alcarreño, muy superior técnicamente al Pantoja, que se empleó al borde del reglamento amparado por una parcial actuación del trencilla de turno.
En la reanudación saltan al terreno de juego, de inicio, Cuenca y Abass tratando de dar más mordiente al ataque blanquiazul. El dominio es ahora total y además ofreciendo buen juego. El Pantoja muy cerrado atrás se defiende como puede y trata de hacer daño con balones muy largos que buscan la espalda de la defensa alcarreña. En el minuto 51 se produce una melé en el área local y Valiente acierta a rematar a gol entre una nube de jugadores. Para asombro de propios y extraños el colegiado anula el tanto.
En el minuto 57 un defensor toledano traba dentro del área a Pradillos, cometiendo un claro penalti y el árbitro no quiere verlo. El dominio es total y absoluto y cuando todo hace presagiar que llegará el segundo tanto forastero, de nuevo Cobeja ve adelantado a Carlos Valderas y le sorprende con un lanzamiento desde el centro del campo que le supera sin remisión, poniendo el 2-1 en el marcador.
Este segundo mazazo desconcierta al Hogar Alcarreño que además debe sufrir las pérdidas reiteradas de tiempo del rival y así, con el esférico detenido la mayor parte del tiempo van pasado los minutos sin que pase nada reseñable, si bien tenemos anotada otra máxima pena sobre Pradillos que obvió el colegiado.
Minutos después también pasaría por alto una máxima pena en el área alcarreña, cometida por Alberto.
Los diez últimos minutos más el añadido son, otra vez, de dominio total del Hogar Alcarreño que ve como es expulsado de forma rigurosa su jugador Alberto, con una segunda tarjeta amarillas, lo que no es óbice para que los alcarreños sigan atacando más con el corazón que con la cabeza y fruto de ello, en el minuto 94, Cantero, en el saque de un córner por parte del Hogar, acierta a batir a Carlos Valderas que había subido a rematar el saque de esquina y regresaba a su portal con excesivas dudas.
En resumen, una derrota que no mereció por juego el equipo visitante, pero al que penalizaron notoriamente algunos errores de bulto y la actuación del colegiado.
El próximo rival para el Hogar Alcarreño el líder del grupo, Toledo-B, el próximo sábado en el municipal Jerónimo de la Morena, con muchas ganas de quitarse el mal sabor de boca que se han traído de Pantoja.