El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, se ha despedido esta mañana de los Hermanos Franciscanos que durante los últimos 122 años han vivido en la ciudad de Guadalajara, en la casa situada en la iglesia del Carmen. Esta tarde asistirá también a la misa de despedida que presidirá el obispo de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara, D. Atilano Rodríguez.
Antonio Román ha transmitido al padre Ruano, en nombre de la ciudad, su gratitud por tantos años de servicio a la sociedad de Guadalajara. “Acepto la decisión de la Orden, como no puede ser de otra manera, y espero que quien ocupe su lugar dé continuidad a la importante labor que ha desempeñado a lo largo de los años. Que den tanto como nos han dado los Franciscanos en todo este tiempo”.
Los Hermanos Menores Franciscanos llegaron a Guadalajara en 1895 y debido a la escasez vocacional los seis frailes que hasta ahora han integrado la comunidad serán destinados a otras localidades. No obstante, la iglesia permanecerá abierta al culto.