SEMANA Gonzalo Vargas Llosa y su padre, en guerra.

Eva González es la gran protagonista de la portada de Semana, y es que, embarazada ya de 6 meses, la presentadora de televisión está viviendo una de las etapas más especiales de su vida y cuenta a la revista todo sobre cómo está llevando el embarazo y el sexo de su bebé, fruto de su relación con Cayetano Rivera: “Es niño, pero aún no tenemos pensado el nombre”, confiesa.

Además,Anne Igartiburu, que celebra 20 años con su programa y también habla de su marido, asegurando que “la generosidad de mi marido le hace un ser especial”, así como el duro golpe que ha sufrido la también presentadora Susanna Griso, que ha perdido a su madre tras sufrir un ictus, en portada.

Gonzalo Vargas Llosa y su padre, en guerra por Isabel Preysler.-
Gonzalo Vargas Llosa está muy enfadado por la publicación de unas fotografías en Hola en las que aparecían sus hijas en la recepción de un premio a su abuelo, Mario Vargas Llosa, por lo que hizo llegar un comunicado a LOC, que puede considerase como una auténtica declaración de guerra contra la novia de su padre.
“Mis hijas y yo estamos muy sorprendidos con las fotos que se publicaron en la revista Hola el día de hoy. Mis hijas no tenían idea que habría periodistas en el homenaje académico a su abuelo en Nueva York y mucho menos que publicarían fotos de ella con la señora Preysler. De lo contrario no hubiesen aceptado ir al premio. Si lo hicieron, es exclusivamente por el cariño y admiración que le tienen a su abuelo”.

El comunicado es un ataque en toda regla a Isabel Preysler: “Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines: en este caso, para dar la impresión -muy falsa, por cierto- de que tiene relación con mis hijas, pero la verdad es muy distinta”.

Gonzalo sigue ahondando en la herida: “En estos dos años y medio desde que comenzó su relación con mi padre, la señora Preysler no ha invitado ni una sola vez a mis hijas a comer o a cenar en privado para conocerlas. Eso es exactamente lo que hubiese hecho si quisiera establecer una relación genuina y transparente con ellas. Y no lo ha hecho porque su único interés es la publicidad”.
“Estoy convencido de que mi padre tampoco estaba al tanto de que mis hijas aparecerían en ese reportaje. Mi padre, que sí tiene una relación genuina y transparente con sus nietas, y que es una persona honesta, nunca las expondría a este tipo de publicidad innecesaria”.

Mario Vargas Llosa ha respondido a su hijo también mediante un comunicado: “El 11 de noviembre la Getty Foundatin me honró con una medalla en la Morgan Library de Nueva York en una cena a la que asistieron, además de mi hijo Álvaro y su esposa Susana, mis nietas Josefina, Aitana y Ariadna. Las tres sabían perfectamente que yo estaría acompañado por Isabel y yo mismo les advertí que habría fotógrafos en el acto”.

El Premio Nobel de Literatura añade: “Me alegró que, pese a ello, las tres, que son mayores de edad, se empeñaran en asistir. Sugerir que cayeron en una emboscada o que ‘la señora Preysler’ se benefició económicamente con aquellas fotografías es una calumnia”.

Vargas Llosa va más allá: “También es falso que Isabel no haya tenido gestos cariñosos con mis nietas. Hace muy poco, a pedido de ellas, las hizo invitar en Boston a un concierto de su hijo Enrique, quien las recibió y se fotografió con ellas. No haré ninguna declaración sobre este asunto”.

Estos días, Isabel Preysler también ha sido atacada desde Lecturas, donde hemos leído unas duras declaraciones de Laura Boyer, hija del recordado marido de la ‘socialité’, Miguel Boyer: “Nunca he tenido relación con mi hermana Ana. Su madre se preocupó desde muy pequeña de que no nos tuviera cariño ni a mi hermano ni a mí”.