Las obras de conservación del castillo de Galve de Sorbe han arrancado recientemente, tal como ha informado la Junta de Castilla-La Mancha a la Asociación Castillo de Galve, una entidad que lleva más de una década luchando por la recuperación de este emblemático monumento de la Sierra Norte de Guadalajara. El Ayuntamiento de esta localidad también está al corriente de estos avances y ha solicitado el proyecto completo. Desde la asociación galvita expresan su “satisfacción” por este paso, pero se muestran a la espera de que la propiedad cumpla con sus obligaciones. Hasta ahora, nunca ha satisfecho sus compromisos con la Administración.
En concreto, los propietarios del edificio han contratado a un equipo de arquitectos y arqueólogos con el objetivo de cumplir con las exigencias técnicas requeridas por la Delegación de Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha. La propiedad del castillo de Galve debe efectuar los trabajos necesarios no para rehabilitar de forma integral el edificio, pero sí para poder conservarlo en un estado óptimo. Esto exige la limpieza y desescombro del edificio –que ya se han efectuado parcialmente-, pero también las labores relacionadas con la investigación arqueológica. Además, se eliminará la caseta y cubierta de la Torre del Homenaje (siglo XV).
Para materializar estas intervenciones, los dueños del castillo han solicitado la licencia de obras al Ayuntamiento de Galve, aunque la cantidad abonada por este concepto (14.000 euros) es muy inferior al valor del proyecto presentado (29.000 euros). No hay plazos de ejecución, aunque desde la Junta han comunicado a la asociación de Galve que están en contacto con el equipo de arquitectos contratado por el propietario del castillo para formalizar una nueva visita al edificio. Recientemente tuvo lugar una reunión entre los propietarios, los técnicos del departamento de Cultura del Gobierno regional y el alcalde de Galve de Sorbe.
La Asociación Castillo de Galve recuerda que la propiedad del castillo –una sociedad cuyo titular es Enrique Calle Pinker- está obligada, en virtud de la Ley de Patrimonio Histórico del Estado y de la Ley de Patrimonio de Castilla-La Mancha, a llevar a cabo las labores necesarias para la conservación y el mantenimiento de un edificio catalogado de Bien de Interés Cultural (BIC). Hasta ahora, los dueños del edificio no habían dado la mínima muestra de ocuparse de su propiedad, lo que forzó a la Asociación Castillo de Galve a elevar una queja al Defensor del Pueblo y a la Junta de Castilla-La Mancha a incoar un expediente sancionador por daños al patrimonio, ya que el edificio se encuentra en un lamentable estado de conservación.
La sanción impuesta se eleva, tal como informó en su día la asociación de Galve, a 78.000 euros. Esta sanción no tiene marcha atrás a pesar del inicio de las obras. La Junta reclamará en breve el pago de la multa, una cantidad que, tal como contempla la legislación, pasa a ser dinero público, por lo que derivará en Patrimonio Cultural. Es decir, no revierte en el castillo, al tratarse de un bien inmueble privado.
La Asociación Castillo de Galve, impulsora del movimiento cívico y de protesta alrededor de este monumento, exige a la propiedad que cumpla con sus obligaciones legales a la mayor brevedad posible y ajustándose con rigurosidad a los términos que ampara la normativa vigente. Por otro lado, solicita a la Junta de Castilla-La Mancha que se muestre vigilante a lo largo de este proceso para que cualquier intervención en el castillo no vulnere las normas en materia de patrimonio.