El PP confía en "reagrupar" el voto en 20 provincias y ganar

El líder del PP subrayó que, como se ve en esta encuesta, el centro-derecha gana en votos, aunque la fragmentación luego lo castigue en el reparto de escaños. Por eso cree posible que se produzca un «reagrupamiento» del voto en 20 provincias que reparten menos diputados. Bastaría un pequeño trasvase de votos de Vox hacia el PP, para que se mueva una veintena de diputados y cambie el resultado. Por eso, los populares se volcarán en su mensaje de «unidad» de voto del centro-derecha, como única manera de frenar al PSOE de Sánchez.

En esa misma línea, la portavoz parlamentaria del PP en el Congreso de los Diputados, Dolors Montserrat, subrayó ayer en Toledo que «voto que se vaya» a Ciudadanos o a Vox y que no vaya al PP supone «regalar escaño a Pedro Sánchez y, por tanto, regalar España a Torra, a Otegui y a Iglesias».

Por otro lado, el sondeo prevé una severa pérdida de 44 escaños en Unidas Podemos –la marca de Podemos e Izquierda Unida–. Si las elecciones se celebrasen hoy Pablo Iglesias, pasaría de tener 71 diputados a 27. Se despiden de más de la mitad. Lo cierto es que Sánchez está absorbiendo los votos que pierde Unidas Podemos a lo largo de todo el territorio. Sobre todo en las pequeñas provincias. Está claro que el PSOE se aprovechó del vacío que dejó Iglesias durante su ausencia por su baja por paternidad: donde Podemos pierde, el PSOE sube. Una tesitura que Podemos vaticinó en sus sondeos internos y por la que se apresuró al intercambio de plaza de sus dirigentes. Por ejemplo, la vicepresidenta cuarta de la Mesa del Congreso, Gloria Elizo, cambia en esta ocasión Toledo por Madrid para ratificar su escaño.

La encuesta prevé un pequeño crecimiento de Ciudadanos, que obtendría entre 37 y 38 escaños, pero les garantiza escaño en Almería, Toledo o La Coruña con nombres como José Manuel Villegas, Juan Carlos Girauta y Marta Rivera. No se traduce en una mejora significativa el salto de Inés Arrimadas a la política nacional, y es que su formación solo consigue en Barcelona un diputado más que en 2016, mientras el PSOE pasa a ser primera fuerza.