El Pleno de la Diputación Provincial de Guadalajara celebrado en el día de hoy ha aprobado la concesión del título de Hija Predilecta de la Provincia a favor de doña Aurora Egido Martínez; de Hijo Adoptivo de la Provincia a título póstumo a don Antonio Fernández-Galiano Fernández; y la Medalla de Oro de la Provincia a favor de don Agustín González Martínez y de la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía. Tal y como figura en el expediente, se ha considerado que “están suficientemente acreditados los méritos y consideraciones con la provincia que concurren en todos ellos”.
En el caso de doña Aurora Egido con el título de Hija Predilecta de la provincia será en reconocimiento a su extraordinaria trayectoria como docente e investigadora, especialmente en el campo de la literatura del Siglo de Oro. Egido, natural de Molina de Aragón, es en la actualidad la Secretaria de la Real Academia Española, cargo para el que fue nombrada el 21 de diciembre de 2017. Fue elegida Académica el 23 de mayo de 2013, tomando posesión de la silla B el 8 de junio de 2014 con el discurso titulado ‘La búsqueda de la inmortalidad en las obras de Baltasar Gracián’. En su dilatada y exitosa trayectoria académica y profesional se han de señalar diferentes hitos en el desempeño de la docencia tales como el de catedrática emérita de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza, habiendo sido profesora en las Universidades de Barcelona, Autónoma de Barcelona y León.
Don Antonio Fernández-Galiano con el título de Hijo Adoptivo de la Provincia a título póstumo en reconocimiento a su destacada participación como presidente preautonómico en toda la acción política que se desarrolló entre 1978 y 1982 para la configuración de lo que hoy es la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. En el ámbito profesional desarrolló una brillante carrera académica y profesional; tras licenciarse en Filosofía y Letras y alcanzar el grado de doctor en Derecho, ocupó las Cátedras de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Dentro de las estructuras educativas y universitarias fueron numerosos los cargos que desempeñó siendo autor, además, de numerosas publicaciones. Bajo su presidencia como primer presidente preautonómico se dieron pasos decisivos en la búsqueda de símbolos de identidad regional y en la toma de decisiones políticas e institucionales necesarias para promover el acceso de Castilla-La Mancha a la autonomía.
Don Agustín González con la Medalla de Oro de la provincia en reconocimiento a su labor de recuperación y difusión social de una parte fundamental del Patrimonio Histórico Artístico y Arqueológico de las comarcas de la Sierra Norte y del Señorío de Molina, contribuyendo a la creación de los tres Museos de Atienza y la ampliación de los Museos de Molina. Desde que en 1963 comenzara en la parroquia de Valverde de los Arroyos, ha ejercido 56 años como párroco en diferentes pueblos de la provincia, la mayoría en Atienza y en los pueblos cercanos que atiende: Madrigal, Bochones, Casillas, Romanillos de Atienza, Bañuelos, Alpedroches y La Miñosa. Durante muchos de esos años, además de prestar a las gentes de la Sierra Norte de la provincia el servicio propio del sacerdocio, ha desarrollado una destacada labor de recuperación y difusión del Patrimonio Histórico Artístico de Atienza, creando progresivamente tres centros museísticos: el de San Gil, el de San Bartolomé y el de la Santísima Trinidad.
Y a la Comisaría Provincial de Guadalajara del Cuerpo Nacional de Policía la Medalla de Oro de la provincia en reconocimiento a los casi doscientos años de servicio en el ámbito del Orden Público y la libertad ciudadana. El Cuerpo Nacional de Policía fue creado bajo el nombre de Policía General del Reino el 8 de enero de 1824. Era una medida en consonancia con el momento histórico que vivía España en aquellos momentos que culminaron años más tarde con la definitiva implantación del Régimen Liberal. Una vez creadas las Comisarías Provinciales, el Cuerpo Nacional de Policía lleva casi dos siglos desarrollando su misión principal en Guadalajara y toda su provincia, consistentes en garantizar los principios del nuevo régimen de libertad individual propios del Estado de Derecho, así como garantizar el bien público y la seguridad ciudadana.