Fuentenovilla festejó ayer el Día de San Isidro Labrador, patrón del pueblo, junto a la Virgen del Perpetuo Socorro. En horario de mañana, la villa alcarreña celebró la Misa en honor del Santo. La ofició el párroco local, Antonio Gaona.
Por la tarde, la imagen del San Isidro Labrador, adornado con flores y con un ramillete de espigas de trigo recién cortadas del campo alcarreño, aún verde, en el que comienzan a aparecer los tonos amarillos, salía en procesión, después de que la Banda de Música recogiera en su casa, como es la costumbre en Fuentenovilla, a la alcaldesa del pueblo, Montserrat Rivas.
Llegados a la Plaza Mayor, y formados a la vera de la Picota, los músicos esperaron la salida de la imagen del San Isidro Labrador, a hombros de los fieles, para interpretar el himno nacional. La procesión siguió su recorrido habitual,empezando por la calle y plaza del Angel, girando por la del Peligro, para coger Mayor. Al final de esta calle, ya frente a las llanuras de La Alcarria, la procesión se detenía para que Antonio Gaona bendijese los campos, y los rociara, simbólicamente, de agua bendita.
Es así como los agricultores fuentenovilleros le ruegan al Santo, desde tiempo inmemorial, que haya una buena cosecha y que no la arruinen las tormentas ni la sequía. A lo largo de la procesión es costumbre que los fieles que lo deseen la paren, y pidan a la Banda de Música la interpretación de motetes en honor al patrón de Fuentenovilla.
Para terminar la procesión, Montserrat Rivas llevó a cabo la subasta de las andas para entrar a San Isidro Labrador de nuevo al interior de la Iglesia. A lo largo del recorrido, la Banda de Música de Fuentenovilla interpretó una selección de marchas procesionales, dirigida, como siempre, por Ricardo Piña.