Bajo el título: ‘Narración oral: encrucijadas de un oficio casi invisible; el centro Asociado de la UNED de Guadalajara ha querido mantener vivo el testigo del ciclo de ponencias celebrado el pasado verano. Pese a mantener el enfoque artístico y académico, esta edición ha apostado por un estudio en profundidad de la narración oral como forma de ganarse la vida. Guadalajara se convierte así otra vez en una de las capitales de referencia para cuentistas y narradores de todo el mundo hispanohablante.
Casi medio centenar personas de diversas nacionalidades han asistido, de manera online y presencial, a las jornadas organizadas por la UNED entre los días 1 y 3 de julio con el objetivo de empaparse de conocimientos sobre la narrativa oral como arte, como objeto de investigación, y sobre todo como oficio. El curso, propuesto por el Departamento de Filología Extranjeras y Lingüística, ha contado, asimismo, con la colaboración de la Diputación y el Ayuntamiento de Guadalajara y el apoyo la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha.
Académicos, narradores y especialistas en retórica como Yoshihira Hioki, David Mañero, Cristina Temprano o Rosa María Aradra, han protagonizado algunas de las ponencias y talleres del curso bajo la batuta de la directora del mismo, la italiana Marina Sanfilippo, profesora de Filologías Extranjeras y sus Lingüísticas en la UNED. La coordinación ha corrido a cargo del narrador profesional y escritor alcarreño de origen catalán, Pep Bruno. Ambos inauguraron el curso junto a Laura Jiménez Nuño, directora del centro asociado de la UNED en Guadalajara, inaugurando e impartiendo las primeras conferencias del lunes por la tarde.
Varias personalidades de relieve narración como el argentino José Campanari, el extremeño y alcalaíno Manuel Castaño, participaron junto la artista y narradora alcarreña, Estrella Ortiz, en una mesa redonda con el objetivo de explorar los resultados, la importancia y el futuro de la formación en el oficio de la narración oral.
Durante dieciséis horas lectivas, las ponencias y debates se desarrollaron a la sombra de iniciativas como AEDA, principal asociación de profesionales de la narración oral en España, y dieron cabida a diferentes propuestas de cara a la sociedad en general como la presencia de narradores en los distintos Institutos Cervantes que actúan como embajadores de nuestra lengua en el extranjero. Todas ellas enfocadas al fomento de la visibilidad y la dignificación de la labor de los narradores como unos profesionales que aportan su producto y que desempeñan una función concreta en la sociedad.
“Vale ya con los gnomos y las setas en carteles que no tienen ni nombres ni programas”, afirmaba rotundo Pep Bruno al final del debate. De acuerdo a Bruno, la responsabilidad de mantener un oficio de calidad es de todos: de los encargados de la cartelería al delimitar el programa y los contenidos; de la prensa en su labor de difusión, crítica y prescripción; de los clientes, que si quieren un producto de calidad han de pagarlo; y sobre todo de los propios narradores, que solo alcanzarán sus metas brindando al público un producto memorable y de calidad, un producto capaz de conmover y de unir almas generando cohesión social.
Para consultar una descripción narrativa de cada jornada puede accederse al siguiente enlace del blog de los Cursos de Verano del Centro Asociado de la UNED en Guadalajara: http://veranounedguadalajara. blogspot.com/2019/