Los productos apalancados son un tipo de contratos financieros que diferentes brókeres del mercado financiero online como easyMarkets ofrecen a sus clientes con el objetivo de que estos puedan operar sobre cierto tipo de activos a los que, de otra manera, quizás no pudieran acceder. Y es que la mayoría de estos productos apalancados lo que hacen es abaratar el coste de entrada para operar mientras aumentan su exposición. Es decir, que, con ellos, se puede ganar y perder más dinero del que se apuesta inicialmente.
Algunos de los principales productos apalancados con mayor presencia en los mercados financieros online son los CFDs o Contratos por Diferencia, los contratos de futuros o las opciones financieras. A continuación vamos a exponer más detalladamente sus principales ventajas y desventajas a la hora de operar con ellos.
Reducen el capital inicial necesario
Como decíamos, los productos apalancados reducen el capital necesario que se necesita para empezar a invertir sobre cierto producto. Pongamos, por ejemplo, que queremos invertir en acciones de Apple, pero el precio de las acciones de la compañía financiera californiana supera los 200 dólares. Así pues, para poder adquirir un paquete importante de ellas se necesitaría un desembolso ciertamente importante.
Lo que permite el CFD es que, mediante el pago de una tasa determinada por el bróker, el inversor pueda operar sobre el movimiento de precio que se produce en las acciones de Apple. Sería como si el inversor tuviese en propiedad las acciones de Apple durante un tiempo determinado y, dependiendo del movimiento en el precio durante ese espacio temporal, se pudiese beneficiar o verse perjudicado.
Aumentan la exposición al mercado (para bien y para mal)
Sigamos con el mismo caso de las acciones de Apple y los Contratos por Diferencia. Digamos que la tasa inicial de entrada es de 20 dólares. Abrimos el CFD y, de repente, un anuncio por parte de la compañía tecnológica de un nuevo producto hace que sus acciones se disparen un 15% —cosa improbable—, aumentando así su cotización desde los 200 dólares hasta los 230. Si cerramos el CFD en ese momento, ahí tendríamos un beneficio superior al capital necesario para abrir el contrato.
Por supuesto, esto podría ocurrir perfectamente en el otro sentido, y que cierta información haga caer el precio de las acciones de Apple un 15%. En este caso, nuestra pérdida financiera sería mayor que el capital inicial invertido, cosa imposible en las operaciones financieras no apalancadas.
Sirven de elemento de cobertura
Una de las aplicaciones más habituales de los productos apalancados por parte de traders con experiencia es la de utilizarlos como elementos de cobertura frente a posibles pérdidas, también en épocas de gran volatilidad en los mercados en los que operan.
Así pues, si un trader cuenta con una amplia posición sobre el precio del crudo e intuye que, por ejemplo, el levantamiento de las sanciones contra uno de los principales países productores de petróleo va a rebajar el precio de esta materia prima, se abren ante él dos opciones: una, vender sus posiciones sobre el petróleo, operación que contará con un considerable gravamen fiscal; o, dos, abrir un contrato por diferencia que apueste a la baja por el precio del petróleo. De esta manera, si acierta en su predicción, cubrirá las pérdidas de sus posiciones con los beneficios que le otorguen los CFDs.
Requieren de un alto control del activo en cuestión y de las diferentes herramientas
Eso sí, como pasa con cualquier otro método financiero —aunque en este caso más aún debido a que, precisamente, las pérdidas y beneficios pueden dispararse por encima del capital inicial invertido—, los productos apalancados requieren de un alto conocimiento del espacio y del activo en cuestión sobre el que se va a invertir.
En cuestión de minutos, incluso de segundos, cualquier posición apalancada puede pegar un vuelco y disparar los resultados, de manera que se necesita de mucha atención y, sobre todo, de una excelente gestión de los recursos que cada bróker ofrece. Así, un estudio pormenorizado del activo sobre el que operemos y un control total de herramientas como el Stop Loss o el Take Profit son fundamentales para cualquier bróker que quiera empezar a operar con cualquier tipo de producto apalancado.