Como uno de los actos de las fiestas patronales de San Roque, el Ayuntamiento de Sigüenza entregó en la tarde de ayer el premio Mención a la Igualdad Ciudad de Sigüenza a Estefanía Verdes Panizo, “una luchadora”, como la definió ayer María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza. El premio, según refirió en un Salón de Plenos del Ayuntamiento lleno para la ocasión, la alcaldesa, “es un reconocimiento a aquellas personas o entidades que, en el devenir de su trabajo diario, han logrado impulsar con su ejemplo la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en nuestro municipio”, y precisamente por la naturaleza del galardón, la Mención a la Igualdad Ciudad de Sigüenza se vio subrayada ayer por el hecho de que se la entregasen a la protagonista otras dos mujeres: María Jesús Merino, y la concejala de Igualdad, Teresa Franco.
En la décimo sexta edición, el reconocimiento es para una mujer que ha aportado mucho sabor a Sigüenza, una emprendedora que ha logrado redefinir el concepto de la cocina tradicional, desarrollando una evolución vanguardista que combina magistralmente nuestros ingredientes autóctonos, por lo que “en nombre del Ayuntamiento de Sigüenza, y en el mío propio, y como primera mujer alcaldesa del municipio, doy enhorabuena por este merecidísimo galardón cargado de nuestro reconocimiento y cariño”, afirmó Merino.
La cocina, tradicionalmente, ha sido un espacio adjudicado a las mujeres pero, sin embargo, a lo largo de la historia los grandes chefs que gozaban del reconocimiento público han sido, en su gran mayoría, hombres. “Llama la atención que en un ámbito donde las mujeres han tenido tanta experiencia, hayan tenido muchos menos reconocimientos. Podemos decir que Fani es nuestra incuestionable chef. Una mujer que ha sabido profesionalizar sus aptitudes culinarias para ofrecer un producto sabroso, innovador y de calidad”, añadió.
Estefanía Verdes ha recibido importantes y numerosos premios por su actividad al frente de La Granja de Alcuneza. Todos ellos son un logro que ha contribuido a dar calidad al marco cultural, gastronómico y turístico en Sigüenza. Momentos antes de recibir el galardón, la homenajeada daba las gracias “a todas las personas que han hecho posible que esté hoy aquí, viviendo este momento tan emocionante, lleno de alegría, y que, además, tiene aún más valor por no ser yo mujer nacida en Sigüenza, aunque aquí me haya sentido siempre como en casa, y por recibirlo de manos de la primera alcaldesa de la ciudad”, señaló. Fani, como la conoce todo el mundo en la comarca, dio igualmente las gracias a los seguntinos “que me han arropado mucho, como si quisieran quitarme algo del dolor que yo tenía”, dijo, refiriéndose a la pérdida de su hijo Santos García Verdes en accidente de Tráfico. También dio las gracias a su marido, Antonio García, “tantos años luchando los dos juntos”. La galardonada recordó que “gracias a él, y pese a que yo quería dejarlo todo cuando ocurrió la desgracia, continuamos inmediatamente con nuestras vidas, algo que fue lo mejor que pudimos hacer en aquel momento”. Por último, no se olvidó de sus hijos, Jesús y Alberto, que igualmente han estado, y están con ella, en el día a día de los negocios familiares.
Correspondió a Teresa Franco, concejala de Igualdad, glosar su figura. Estefanía Verdes Panizo nace un 15 de Octubre de 1958 en Santa Marta de Tera, provincia de Zamora, es la tercera de cinco hermanos, y vivió allí, hasta que comenzó a estudiar en la escuela de hostelería de La Bañeza (León).
A los 16 años comienza su andadura en la hostelería, en el parador de Zafra y un año después, es destinada al Parador de Sigüenza, en el que permanecería trabajando hasta su incorporación en el Restaurante La Granja de Alcuneza. En Sigüenza ha desarrollado gran parte de su trabajo en la hostelería, aunque en el área del comedor. Después de casarse con Antonio e incorporarse al Restaurante La Granja comenzó a meterse en los fogones que tantas alegrías le han dado a lo largo de su carrera profesional.
En el restaurante La Granja Fani forma parte de la segunda generación de trabajadores, ya que el negocio lo comienzan sus suegros, Claudio y Amparo. Con el paso del tiempo Antonio y ella son quienes toman el relevo para continuar con la empresa familiar.
Fani siempre dice que la gran mayoría de las cosas que ella ha aprendido en los fogones ha sido gracias a otra mujer, su suegra Amparo, y así, lo que empezó siendo un bar donde hacer meriendas basadas en recetas sencillas (como tortilla de patatas, lomos y chorizos, perdiz y conejo escabechado y migas) se transformó en un espacio de fusión entre la cocina tradicional y la cocina con un toque de innovación y modernidad, de la que han disfrutado infinidad de comensales.
Durante más de 30 años, al frente de este negocio, abrieron paso a la que sería la tercera generación del negocio, de las manos de su hijo Santos. Santos alzó al Restaurante como el ganador en los primeros 5 concursos de tapas y pinchos medievales en la ciudad de Sigüenza, además de conseguir el premio de mejor chef medieval con la tapa 'Semifrío de rabo de toro con mousse de queso', y conseguir con esta y con otra tapa la participación en dos concursos nacionales de tapas en la ciudad de Valladolid.
Desgraciadamente en 2013, Santos fallece en un accidente, dejando en la familia y en el negocio un hueco imposible de llenar, “y si me permiten, también entre todas las personas que le hemos conocido y apreciado”, dijo la concejala.
Sin embargo, con mucha fuerza de voluntad y tesón y con ayuda de toda la familia, Fani ha conseguido mantener su negocio al nivel que llegó a conseguir su hijo Santos. En lo que a méritos profesionales se refiere, aparte de los ya citados, cabe mencionar que Fani, ha conseguido diversos premios en el concurso de pinchos medievales (que ahora lleva el nombre de su hijo), entre ellos están el mejor pincho medieval en los años 2015 y 2016, el premio a carácter seguntino en el año 2014, el premio a la originalidad en el año 2017, y los premios a las mejores presentaciones en los años 2018 y 2019. Además de todo ello, hay que destacar que, al igual que su hijo, también Fani consiguió meterse entre los mejores de España en el concurso nacional de tapas y pinchos del año 2015 con su suprema de ciervo en pan de sésamo y cristales de azafrán.
Este mismo año 2019, se cumple el 40 aniversario del restaurante. Ahora, como parte de la nueva tercera generación, sus hijos Jesús y Alberto, impulsan la consolidación de la Granja de Alcuneza, como lugar gastronómico de referencia en nuestra tierra. “Recordando estos 40 años de trabajo, redescubrimos cómo Fani ha logrado mantener viva la esencia tradicional de la primera generación, y preservar la fuerza y la innovación por la que apostaron las siguientes generaciones del negocio”, destacó Teresa Franco, quien para cerrar el acto, dio las gracias al trabajo del equipo del Centro de la Mujer, para la preparación de la gala, y también a diario.