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Almonacid de Zorita vivió ayer el día grande de sus fiestas patronales en honor a la patrona de villa alcarreña, Nuestra Señora la Virgen de la Luz. A partir de las diez de la mañana, y para complacer a todos los devotos de la señora, incluidos los que ya no tienen fuerzas para seguir la procesión, pero que no han perdido su fe en ella, Javier García Toledano, párroco nacido en Almonacid, celebró misa menor en la propia Ermita de la Virgen de la Luz. Posteriormente, a las doce y media de la mañana, y musicalmente engalanada por la Rondalla de Almonacid, tenía lugar la misa mayor, en el que es uno de sus recitales más bonitos y sentidos del año, oficiada en este caso por García Toledano y por el párroco local, José María Rodrigo. A su término, los almorcileños compartieron un musical aperitivo, acompañados por las notas, siempre elegantes y magníficamente interpretadas, de la Banda de Música de Pastrana. Ese aperitivo es el momento de encuentro entre los hijos del pueblo, que crecieron juntos pero que no se ven desde largo tiempo. Recuerdos y nostalgia, y alegría y optimismo, a partes iguales en las conversaciones. Además, siempre el recuerdo para los que ya no están.
A partir de las ocho de la tarde, el pueblo de Almonacid se concentraba en el entorno de la calle Natalio Gumiel para sacar en procesión la imagen de la Virgen de la Luz, después de que los músicos de la Banda de Pastrana recogieran en sus casas a alcalde y reina, dama y caballero. En la ermita, impecable, llena de flores, como se habían encargado de que estuviera los cofrades de la Hermandad de la Virgen de la Luz, de la que es presidenta desde hace más treinta años, Rafaela Castuera, esperaba alfombrada de flores la reproducción de la imagen de Nuestra Señora de la Luz. La original reposa en el altar mayor de la Ermita, bellísima e iluminada como corresponde. Tal es la devoción de los almorcileños por la Virgen, que la costumbre es que, recién nacidos sus familiares los hagan hermanos. Todos llevan distintivo y escapulario, que lucen con orgullo este día.
Empujada por los fieles, la Virgen de la Luz iniciaba su recorrido por las calles de la villa. Antes de iniciar el recorrido, la Banda de Música de Pastrana, interpretó el himno de la Virgen de la Luz, seguida por decenas de almorcileños. Desde Natalio Gumiel, donde está la ermita, siguió por Luis Fernández de Heredia, Plaza de la Iglesia y calle de Cervantes, para, rozando la Plaza del Ayuntamiento, subir por la Avenida de los Caídos y entrar por el callejón que la une con la Plaza del Coso. La carroza bordeó su perímetro para seguir después por las calles del Gobernador y del Conde de Saceda, regresando así al punto de partida. La procesión la encabezaron los diferentes estandartes de las cofradías almorcileñas. La imagen de la virgen la flanquearon en todo momento los dos hermanos mayores, honor que este año recae en Gabriel Ruiz y Marisol Fernández, y los menores, Guillermo Pérez y Rafaela Castuera.
Fueron muchos fieles, de todas las edades, los que arrimaron el hombro para que la patrona de Almonacid paseara por las calles de la villa, en su carroza. El silencio, solemne, era solo interrumpido por el estallido de los cohetes, que se elevaban hasta lo alto de La Alcarria lanzados por Manuel Toledano desde diferentes puntos del recorrido, y por los vítores sucesivos a la patrona de Almonacid que les salían del alma a los almorcileños. De nuevo la Banda de Música de Pastrana, engalanaba el recorrido con su excelente repertorio de marchas procesionales. De vuelta en la Ermita, los fieles introducían la carroza de la Señora en su morada habitual.
Para terminar la procesión, los almorcileños cantaron solemnemente, como habían hecho al inicio, el himno a la Virgen, acompañados por la Rondalla de Almonacid: “Madre de la Luz Divina nunca podremos olvidar que siempre nos iluminas como un lucero de este altar”. Después, cientos de almorcileños se fotografiaron junto a su patrona. Acompañando a la Corporación Municipal, que presidía el alcalde de Almonacid, José María Cañadillas, estuvieron, entre otras personalidades, el alcalde de Valdeconcha, José Antonio de La Fuente y el de Mazuecos, Roberto García. Por la noche, la pólvora voló sobre lo alto de La Alcarria, visible desde muchos kilómetros, para cerrar brillantemente el día de la Virgen de la Luz.