Las placas tectónicas de la economía están cambiando a toda velocidad. Estás últimas semanas las cosas se han acelerado tanto que el mero hecho de recordar todo lo sucedido supone un reto. Algunos gobiernos y empresas miran expectantes a lo que vendrá, otros ya se han puesto a trabajar en la nueva normalidad y de cara al futuro.
Aquellos que en vez de esperar prefieren pasar a la acción están apostando por el teletrabajo, la diversificación y nuevas estrategias de marketing como el marketing de guerrilla, que describimos con detenimiento a continuación.
En pocas palabras este tipo de marketing se basa en la utilización de estrategias no convencionales en las que prima la originalidad, el ingenio y un formato atípico para llamar la atención. Esta nueva forma de hacer publicidad ocupa videos e imágenes que se viralizan, lo que aumenta el impacto de la campaña y la audiencia.
El bajo costo, el alto impacto y su rápida capacidad de expansión hicieron que marcas de todos los tamaños y giros dirigieran su atención a esta técnica; incluso el concepto saltó de la comunidad de expertos a los influencers.
Ejemplos ganadores
Una técnica del marketing de guerrilla, llamada ambient, apuesta por la apropiación de espacios públicos y privados. Casi cualquier superficie, dinámica o estática, puede ser utilizada: escaleras mecánicas, ascensores, fachadas o supermercados.
Ejemplos aplicados hay muchos, por ejemplo, un paso de peatones que parece una caja de patatas fritas de McDonalds, un banco de la calle con forma de KitKat o un helado gigante aplastado en el suelo.
Muchas de estas campañas parecen estar a medio camino entre el arte contemporáneo y la publicidad. Así sucede también con las performances que se desarrollan en las calles de grandes ciudades: bailes o escenas de teatro que hacen que las personas se detengan para sin darse cuenta y que le dibujan una sonrisa a los espectadores y una buena imagen a la marca.
Nivea ha utilizado este tipo de performances en repetidas ocasiones. En una de las más conocidas montaba en torno a una transeúnte una escena con bomberos, flores y caballos incluidos.
Otras campañas del marketing de guerrilla están hechas para correr como la pólvora por redes sociales. Es el caso del Ice Bucket Challenge (el reto del cubo de hielo) que se creó para llamar la atención sobre la enfermedad del ELA en 2014. Famosos de todo tipo se sumaron a la campaña con la que finalmente se consiguieron recaudar más de 115 millones de dólares.
La eficiencia de este tipo de campañas se centra en la originalidad y la capacidad de sorprender. Y si bien las mayoría son campañas muy baratas, como la academia de ballet Vivianne’s que disfrazó una farola con tutú para darse a conocer, algunas pueden requerir más capital.
En el año 2012 Red Bull y el atleta austriaco, Félix Baumgartner, establecieron un récord mundial de salto en paracaídas, pero para ello tuvieron que enviar una cápsula especial hasta las capas altas de la atmósfera.
Tú también puedes hacerlo
El momento para darte a conocer no es cuando tengas capital y puedas invertirlo en un anuncio. Existen muchas opciones, más originales y económicas, que las que ofrecen los medios tradicionales o digitales para promocionar tu empresa.
Piensa en un lugar físico o un sitio web (por ejemplo, YouTube), a continuación imagina cómo podrías impactar a tu audiencia. Un consejo, no te centres tanto en darte a conocer inmediatamente como en aportar algo de valor a tus futuros clientes, sea humor, información o una experiencia estética agradable.
¡Que no te dé miedo explorar este tipo de marketing e innovar! ¿Qué estás esperando?