Los versos sueltos de Natalia : Nunca dice no
miércoles 14 de octubre de 2020, 08:03h
Rodea con los brazos su cintura y esconde la cabeza en su cuello. Está áspero por los restos del cabello recién cortado y la barba incipiente que al intentar salir rompe los poros de su piel masculina y ruda.
Araña su mejilla ya encarnada por el calor del vino que, jugando con la ley de la gravedad, no ha bajado hasta el estómago, sino que ha subido a su cabeza provocando que den vueltas sin sentido sus pensamientos y su razón.
Fuera llueve como solo llueve en otoño y el agua del cielo con ayuda del viento golpea la ventana siguiendo el ritmo del tango que bailan más mal que bien.
Al marcar los pasos que aprendió de niña no tropiezan sus pies con la torpeza de él.
Su cintura se queda estática cuando sus caderas se mueven como si quisieran escapar a saber dónde.
Su cuerpo dibuja un giro imposible al mismo tiempo que besa su aliento antes de que se pierda en el aire viciado de ese viejo piso de barrio pisoteado y gastado por historias que no son dignas de recordar.
El humo de su cigarro persigue la estela que dejan sus labios al susurrar te quiero a su oído.
Las medias de rejilla que cubren sus piernas trazan una tela de araña que, incapaces de cubrir sus piernas, desvelan con sus formas las ganas que tiene de huir de su vida todas las mañanas cuando sale a correr perezosamente alrededor de la manzana.
Llora el violín y él la abraza más fuerte, la aprisiona con las cuerdas de la falta de amor y los excesos de posesión.
Se deja querer, mientras cesa muy despacio la lluvia, mientras se juntan apenas sus labios, mientras resbala el vestido por su cuerpo cayendo hasta el suelo, gastado, caliente, mojado.
Se doblega a su deseo, se rinde a sus pies y se arrodilla, colocando la boca temblorosa entre sus piernas fuertes y poderosas.
Vencido su orgullo, una vez más le regala un inmerecido placer.
Nunca dice no. No sabe. Se deja ganar por el ansia de un amor que no existe, por la nostalgia de un tiempo pasado siempre mejor, por el sueño inalcanzable de un futuro que nunca llega.