Angulas Aguinaga compra la patente de los huevos fritos...congelados

Ngulas Aguinaga ha adquirido la patente a nivel europeo de huevo frito congelado y refrigerado. Con esta adquisición, la empresa vasca se abre paso en un nuevo sector que permitirá "duplicar su facturación en los próximos cinco años, alcanzando los 450 millones de euros a cierre de 2025", según ha explicado la propia compañía.

El huevo frito se elabora con "ingredientes 100% naturales, como son los huevos frescos y el aceite de oliva virgen extra, sin conservantes ni aditivos añadidos". Se puede conservar congelado hasta 18 meses y, con tan solo cinco segundos en el microondas, cualquiera puede disfrutar de un huevo frito sin salpicaduras ni quemaduras. Y sí. Se puede untar la yema.

La patente adquirida por Angulas Aguinaga es una creación del cocinero aragonés Javier Yzuel, el primero que consiguió congelar unos huevos fritos. El procedimiento comienza friendo los huevos en aceite de oliva virgen extra. A continuación, se pasteuriza para evitar cualquier tipo de intoxicación alimentaria y finalmente se congela.

Además de la patente, la empresa ha comprado las máquinas necesarias para la producción, que se llevará a cabo en la planta de Burgos. Esta operación ha supuesto una inversión de casi 3 millones de euros y se ha convertido en la primera adquisición que "pone el foco en salirse de pescadería".

El huevo ya se está comercializando en HORECA bajo la marca Angulas Aguinaga Profesional y, según anuncia la empresa, tienen previsto "seguir buscando y lanzando nuevas soluciones al mercado en los próximos meses".

Congelar un huevo es posible, lo difícil es conseguir que la yema se mantenga líquida y cremosa después del proceso. A nivel doméstico, no es posible reutilizar un huevo congelado para hacer un huevo frito, pero sí podría servir para hacer una tortilla o un rebozado. En cualquier caso, lo más importante es no congelar el huevo con su propia cáscara para evitar infecciones bacterianas como la salmonelosis.