“Hablar de Patrimonio Cultural es hablar de arte, de historia, de arqueología, de atracción turística, de educación, de ciencia, de valores, de identidad, de etnografía, de documentación bibliográfica... Pero lo que realmente pone en valor el Patrimonio Cultural de cualquier bien inmueble es su protección, conservación y mantenimiento y esto es algo que no hemos visto en nuestra ciudad mandato tras mandato”, dice Susana Martínez, presidenta de la formación municipalista.
Desde el grupo se ha hablado de que la riqueza de Guadalajara en patrimonio arquitectónico es enorme, inversamente proporcional a la inversión que se ha hecho desde los diferentes equipos de gobierno en su mantenimiento. “Por eso proponemos cambiar las cosas ahora, mirar en invertir a largo plazo para proteger nuestro patrimonio histórico artístico para mantenerlo, investigarlo, cuidarlo y ponerlo en valor. Tener remanente es cuestionable, pero ya que lo tenemos vamos a invertir una parte en conservación como compromiso con la ciudad,” explica Martínez.
“Desde Aike, creemos que la inversión en la conservación, mantenimiento y protección de edificios histórico-artísticos es una inversión a largo plazo y financieramente sostenible por su impacto en la generación de recursos que supone la puesta en valor de edificios con mayor o menor actividad”, afirma Jorge Riendas, concejal portavoz por Aike en el Ayuntamiento de Guadalajara.
El Ayuntamiento de Guadalajara, anualmente y a través de su presupuesto general realiza inversiones en aquellos aspectos que mejor estime el equipo de gobierno, y en ocasiones, muchas de esas inversiones pueden llegar incluso a venir condicionadas por situaciones excepcionales o de singularidad. “Creemos que la mejor manera de apostar de una manera eficiente por una mayor inversión sostenible desde un punto de vista financiero en el cuidado de edificios con valor patrimonial y que a su vez se haga de manera constante y planificada en el tiempo a medio y largo plazo, es a través del acuerdo mayoritario de toda la corporación municipal para invertir un porcentaje concreto referido al remanente de tesorería anual, cada año. Concretamente un 10% del remanente anual”, especifica el concejal.
Con esta propuesta el grupo pretende que se deje de actuar en el patrimonio una vez está en estado catastrófico y que se de una planificación a las actuaciones sobre el mantenimiento de uno de los atractivos turísticos de la ciudad. “Queremos que se deje de mirar a nuestros edificios históricos cuando están en ruinas y la inversión es imposible o cuando hay riesgo de derrumbe, tenemos que proteger con seriedad y planificación lo que caracteriza a nuestra ciudad y cuenta su historia”, concluye el concejal.