La Universidad de Alcalá posee un amplio y potente registro de grupos de investigación que contribuye a la mejora de la sociedad gracias a la investigación rigurosa y de alto rendimiento. Entre estos destaca el Grupo de Investigación Bienestar, Desigualdad, Pobreza y Políticas Públicas de la Universidad de Alcalá, WEIPO por sus siglas en inglés, se creó en 2019 y actualmente está integrado por nueve personas expertas en ciencias sociales que desde distintas perspectivas estudian los principales determinantes del bienestar económico y social. El grupo lo conforman ocho economistas y una socióloga y tiene una clara vocación formativa de jóvenes investigadores para impulsar trabajos doctorales de calidad que incluyan estancias en centros de reconocido prestigio en Europa y opten por la mención internacional.
Las distintas líneas de investigación del grupo permiten de profundizar en varias áreas clave en la medición del bienestar de las familias en países ricos porque estudian el funcionamiento del mercado de trabajo, el del sistema educativo, la composición y estructura de los hogares o el papel del medio ambiente, y se complementan con un análisis distributivo que permite entender hasta qué punto cada uno de estos factores contribuyen a la cohesión social. Entre sus intereses más concretos predominan los relacionados con el desempleo juvenil, la discriminación por género, el sinhogarismo, la precariedad laboral, el desajuste educativo, la pobreza, la desigualdad y la inseguridad económica. Actualmente varios miembros del grupo están trabajando en la medición del coste social de las altas tasas de pobreza infantil en España en un proyecto competitivo convocado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil y financiado por la Fundación “La Caixa” a llevar a cabo a lo largo de 2022. ‘Estamos muy centrados en temas relacionados con la medición del bienestar y en cómo trasladar el crecimiento económico a mejoras en la vida de las personas para saber hasta qué punto los países ricos están experimentando cambios importantes en la distribución de la renta y la riqueza en los últimos años’ afirma Olga Cantó, coordinadora del grupo, que junto con investigadores de Italia, Bélgica y Reino Unido acaba de publicar online un trabajo analizando la capacidad de reacción que tuvieron las políticas públicas para cubrir los ingresos de las familias durante el primer mes de la pandemia en cuatro países europeos: "Welfare resilience at the onset of the COVID-19 pandemic in a selection of European countries: Impact on public finance and household incomes" y que saldrá en papel en 2022 en la prestigiosa revista internacional Review of Income and Wealth. Los resultados apuntan a que la crisis ha tenido un impacto regresivo en la mayoría de los países ricos y España no es una excepción. Aunque las simulaciones sugieren que los niveles de desigualdad se mantienen estables, la tasa de riesgo de pobreza aumentó y más en hogares jóvenes con un solo perceptor con menores dependientes. Por tanto, a pesar de que las políticas de mantenimiento de rentas han jugado un papel determinante para moderar el primer impacto de la crisis, aumentar su dimensión y eficacia en ese grupo social es clave.
Dos de las últimas innovaciones en los trabajos del grupo se concretan en un análisis de la dimensión de la brecha salarial masculina por paternidad por niveles de salario y en una medida de los niveles de inseguridad económica de las familias europeas. La investigadora Mariña Fernández acaba de publicar un trabajo en la prestigiosa revista Journal of Marriage and Family en colaboración con el proyecto europeo NEWFAMSTRAT analizando la relación entre la paternidad y el salario para hombres en distinta posición en la distribución salarial que viven en países con diversos contextos institucionales y diferentes políticas familiares. Utiliza datos de hogares de Finlandia, Alemania y el Reino Unido entre 1995 y 2016 y no encuentra evidencia de que exista una relación positiva entre la paternidad y el salario, aunque sí observa una relación negativa entre salario y brecha en la parte baja de la distribución salarial en los tres países, en especial en el Reino Unido.
Otros investigadores del grupo, Marina Romaguera, Carmelo García y Olga Cantó, en sus últimas publicaciones proponen medidas de la inseguridad económica para la toda la población, cualesquiera que sean sus ingresos, en los países de la UE. ‘Medir la inseguridad económica nos da una información que las medidas de desigualdad y pobreza no consiguen darnos. La inseguridad económica es un concepto muy relevante en sociedades avanzadas y que tiene dimensiones objetivas y subjetivas. Es decir, tiene una parte objetiva, que se concreta en los riesgos a los que los individuos se enfrentan y una parte subjetiva en la que se considera cómo cada uno percibe ese riesgo. Nosotros lo que hacemos es utilizar varias dimensiones en un indicador multidimensional teniendo en cuenta la probabilidad que tienes de perder el empleo o de que caigan tus ingresos junto con otras dimensiones subjetivas como la insatisfacción financiera o la incapacidad de afrontar gastos inesperados. Esas dimensiones subjetivas permiten enriquecer el análisis y analizar con mayor profundidad la inseguridad económica en Europa a partir de una metodología robusta matemáticamente y que nunca se había aplicado para eso’ afirma Olga. El siguiente paso será ver si ese aumento de la inseguridad económica en las clases medias puede tener un efecto sobre la salud o cómo puede tener consecuencias para la toma de decisiones claves en la vida de las personas como tener hijos o independizarse.
WEIPO colabora con varios grupos de investigación a nivel nacional en un grupo más amplio, EQUALITAS, en el que trabajan investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, de la Autónoma de Barcelona, de la Universidad de Vigo y de la UNED (entre otras) que trabajan en temas afines como la medición de la igualdad de oportunidades, la discriminación en el mercado de trabajo o la distribución de la riqueza.
En cuanto a las dificultades que se ha encontrado el grupo de la Universidad de Alcalá en su desarrollo, las principales están ligadas a la falta de capacidad de gestión para preparar toda la documentación necesaria en las convocatorias de proyectos. A pesar de ello, WEIPO trabaja para comunicar sus logros a la sociedad participando en Congresos nacionales e internacionales como los de las asociaciones ECINEQ (The Society for the Study of Economic Inequality), IARIW (International Association for the Study of Income and Wealth) y ESPAnet (The European Network for Social Policy Analysis) entre otros y en actividades de transferencia de conocimiento como la impulsada actualmente por la Fundación La Caixa en su Observatorio Social con el proyecto ‘Un nuevo pacto social para reducir la desigualdad’ y que se presentará a principios de 2022.
Una de las características más enriquecedoras del grupo es que sus miembros están formados como posgraduados en diferentes universidades españolas y europeas (además de en la Universidad de Alcalá), concretamente en la Complutense y Autónoma de Madrid, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Essex y el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Con ánimo de seguir internacionalizándose y desarrollar mejor los objetivos del grupo en el ámbito europeo se espera poder atraer capital humano bien formado y con experiencia internacional a través de contratos que excelencia que permitan al grupo desarrollar todo su potencial investigador.