LETRAS VIVAS SEGUNTINAS : Las piedras hablan

Varios son los accesos por carretera a Sigüenza, además del ferrocarril. Cualquiera de ellos permite descubrir la majestuosidad de esta localidad guadalajareña, en la que destacan su catedral y el castillo.


La catedral constituye un excelente manual de arte, pues muchos estilos están presentes (románico, protogótico, gótico, renacimiento, mudéjar, barroco, neoclásico,…) y alberga la famosa estatua de Martín Vázquez de Arce (más conocido como el Doncel de Sigüenza), además de poseer una singular fachada con dos impresionantes torres almenadas a modo de castillo. Por otra parte, el castillo que corona la colina en la que se asienta Sigüenza ha tenido moradores muy diversos durante el transcurso de los siglos, como Blanca de Borbón, esposa de Pedro I el Cruel. El mantenimiento de esta fortificación está asegurado gracias a su rehabilitación para convertirlo en Parador Nacional de Turismo en 1976.

Conviene recorrer la ciudad a pie tanto de día como de noche para impregnarse de la magia y la historia que rezuman los edificios magníficamente construidos en piedra. En este paseo inolvidable, además de la visita obligada a la catedral y al castillo, llegaremos a la Plaza Mayor, una plaza bellamente porticada en uno de sus laterales, y saldremos por la puerta del Toril para disfrutar de una magnífica vista de la catedral y el castillo. Retornados a la Plaza Mayor, la subida por la empinada calle Mayor lleva a las travesañas (baja y alta), donde se hallan la Casa del Doncel y la Iglesia románica de San Vicente. Otras bellas edificaciones aumentan el encanto de la caminata, depende del tiempo de que se disponga.

Este paseo, ya sea bajo el cielo azul ya sea bajo el cielo estrellado característicos de Sigüenza, permite viajar en el tiempo teniendo como guías los blasones de las fachadas y las puertas, testigos parlantes de los personajes que habitaron estas tierras.

Sigüenza conserva en la actualidad un importante conjunto arquitectónico que merece formar parte del Patrimonio de la Humanidad.

Julia Sevilla Muñoz
Catedrática en Traducción e Interpretación
Universidad Complutense de Madrid