Todo está preparado en el estadio Dávalos para el mayor espectáculo del mundo. Han sido meses de espera, polémica y tensión, pero por fin ha llegado el momento de que las páginas comiencen a pasar. De demostrar sobre el terreno de juego qué país es el mejor driblando en paisajes imaginarios, desmarcándose del pensamiento ordinario, chutando a puerta con diálogos chispeantes o frases categóricas.
A partir de este 21 de noviembre los mejores escritores y escritoras de los cinco continentes tienen una cita sobre el césped. Ninguna estrella ha querido perderse el Mundial. Para muchas de ellas estar aquí es la culminación de su trayectoria: los diarios escritos a escondidas, el primer poema, el primer relato, los primeros lectores, el primer libro publicado… Todo con el sueño de poder algún día representar a su país en este encuentro histórico.
Pero el Mundial no lo puede ganar ningún escritor/a en solitario, sino equipos bien entrenados. Para ello, los seleccionadores tienen que lidiar con vestuarios repletos de personalidades complejas, que difícilmente aceptan ser suplentes. Su trabajo es el más difícil: poner los egos al servicio del conjunto con el fin de construir equipos rocosos que puedan competir al máximo nivel. A estas alturas ya deben de tener claras sus alineaciones.
En los próximos meses, cualquier cosa puede suceder. Solo faltan los aficionados. Solo faltas tú.