La ópera “Arabella” de Strauss, por primera vez en Madrid
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
viernes 27 de enero de 2023, 19:48h
Entre el 24 de enero y el 12 de febrero, a las 19.00 horas, el Teatro Real ofrece siete funciones de una nueva producción de la ópera Arabella, de Richard Strauss, procedente de la Ópera de Frankfurt, un título que se presenta por primera vez en Madrid, 90 años después de su estreno. La dirección de escena es de Christof Loy y la músical corre a cargo de David Afkham, que acaba de renovar su contrato al frente de la Orquesta y Coro Nacionales de España [OCNE] y que ahora afronta su segundo título en el Teatro Real tras Bomarzo, en 2017. Arabella estará protagonizada por un reparto coral de cantantes, actores y bailarines, entre los que se encuentran Sara Jakubiak (Arabella), Josef Wagner (Mandryka), Sarah Defrise (Zdenka), Martin Winkler (Conde Waldner), Matthew Newlin (Matteo) y Anne Sofie von Otter (Adelaide).
La génesis de esta ópera se remonta a 1927, cuando Strauss le pidió al poeta y dramaturgo Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) –con quien colaboró en seis óperas– un texto que emulara El caballero de la rosa, ópera con la que ambos habían triunfado. La comedia debería desarrollarse nuevamente en Viena, pero ahora con la trama desplazada al año 1860, cuando el imperio austrohúngaro se resquebrajaba. El enredo parte de un tema aparentemente muy sencillo: un noble empobrecido por el juego y el despilfarro ofrece la mano de su hija mayor, Arabella, a ricos pretendientes, para así salvar a su familia de la trágica ruina económica.
La protagonista acepta ese papel degradante con arrojo, ocultando su humillación en un juego de seducción que cree controlar, hasta acabar con un rico y hosco provinciano ajeno a la hipocresía y depravación de los salones vieneses, en un agridulce ‘final feliz’, incapaz de ocultar los malos presagios de un futuro inquietante. Esa alienación del convulso contexto político y social que retrata la ópera, la viven, también, curiosamente, el compositor y el libretista, creando una «comedia lírica» con reminiscencias de la opereta y el vodevil en los albores del nazismo, cuyos malos augurios afectarían al mismo estreno de la ópera, que ya no pudo ver Hofmannsthal, muerto repentinamente el 15 de julio de 1929, dos días después del suicidio de su hijo.
Ya en el año 1927, Strauss escribió a Hugo von Hofmannsthal –su libretista desde los tiempos de Elektra– solicitándole un «segundo Rosenkavalier». Esto es, una comedia romántica de ambientación vienesa que les permitiera renovar uno de los más grandes éxitos de su carrera. La obra se alumbró con los peores presagios: Hofmannsthal murió de un ataque cardiaco afectado por el suicidio de su hijo sin haber terminado la revisión de los dos últimos actos; el director de orquesta Fritz Busch, que había de estrenar la obra, fue despedido de la Staatsoper de Dresde tras el ascenso de Hitler al poder; y, finalmente, la coincidencia de la fecha de estreno de la obra con una convención nazi en esta ciudad, en julio de 1933, supuso que Arabella se presentara al público en una sala repleta de camisas pardas.
Pese a la desafortunada lista de imprevistos, esta digna heredera de El caballero de la rosa, tamizada por el universo frívolo de El murciélago, atesora aún en grandes dosis -especialmente en su mágico tercer acto– el arte del viejo compositor. Esta producción de Christof Loy, responsable de Capriccio hace tres temporadas, supone, además, el estreno absoluto de esta obra en nuestra ciudad.
Lyrische Komödie en tres actos
Música de Richard Strauss (1864-1949)
Libreto de Hugo von Hofmannsthal
Estrenada en el Sächsisches Staatstheater de Dresde el 1 de julio de 1933