Cartas al Director
Con Don Párroco hemos topao.¡Otra vez!
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Con el párroco hemos ido a dar otra vez. Bueno, el párroco vuelve a darnos a nosotros. La solidaridad de este hombre no tiene parangón en la tierra: unas homilías llenas de odio y rencor, xenofobia y un cristianismo del que el mismo Cristo se avergonzaría se echara un vistazo de vez en cuando por estas lindes. Católico si, practicante no. Yo no soy muy practicante, pero vamos, que aún tengo dos dedos de frente para pensar por mí mismo. Cada vez que este señor abre la boca sube el pan, nos enmudece y, sin embargo, él se suelta como un periquito: va bien sobraíto. SIGUE
La iglesia se inunda de improperios no dignos de una institución como esta. Una persona que debe llevarnos a la santidad por el buen camino tiene la gloriosa ocurrencia de pretender meter en nuestras cabecitas, ideas modernas y novedosas con frases tolerantes y respetuosas como “a este paso, los moros nos van invadir como en el siglo XV y a ver que va a pasar entonces…” ó “no nos ponemos de rodillas para rezar y para otras cosas, nos ponemos de rodillas, tumbados a un lado, a otro, arriba, debajo, de pie… y para eso, si que no nos importa”: Y no contentos con las nuevas frases míticas, la última enseñanza bíblica que ha salido de sus labios es “Que los padres de ahora, no nos gastamos el dinero en libros sagrados sino en un libro rojo llamado Kamasutra”.
Atónitos nos quedamos. Yo no se a este señor que educación le habrán dado en su casa, pero a mí mis queridos padres no me han comprado el Kamasutra ni nada parecido y, por supuesto, yo no se lo he comprado a mi hija. Es más, hemos pasado del discurso sobre sexo como pecado a la retórica recurrente de la misa de los domingos. Señor don párroco, para no decir nada bueno, bien vale callarse.
Fdo. : Claudio Muñoz Abad