ERC, JxCAT y la CUP pactan el precio de su apoyo al socialista de Pedro Sánchez tras el 23J: un referéndum de AUTODETERMINACIÓN en Cataluña con fecha fijada

Hace unos meses, durante su discurso de Navidad, el president de la Generalitat, Pere Aragonés, ya advirtió a Sánchez de que le impondría una fecha para la celebración del referéndum este mismo año. La idea de Aragonés, no obstante, era aprovechar el final de la legislatura y de la vida útil de la mesa de negociación para hacer la propuesta.

Ahora, con el adelanto electoral, y la posibilidad de que los partidos independentistas vuelvan a ser claves para la reelección de Pedro Sánchez como lo fueron en 2019, ERC, JxCAT y la CUP quieren aprovechar su posición de prevalencia para obligar al líder del PSOE a ceder en una de sus máximas pretensiones a la que hasta ahora siempre se han encontrado un NO como respuesta.

Los independentistas han acelerado las conversaciones entre ellos para alcanzar un «acuerdo entre nosotros sobre cuándo Cataluña debe poder volver a ejercer el derecho a decidir». Aseguran en el entorno de Aragonés que «es la hora de volver a abrir camino, conscientes de las dificultades que nos encontraremos».

En el Palau de la Generalitat recuerdan a La Moncloa que «en la sociedad catalana existe un amplio consenso sobre la necesidad de resolver el conflicto con el Estado votando». Los separatistas quieren alcanzar un acuerdo entre ellos «sobre en qué condiciones se debe volver a votar» porque «esta vez todas las partes se sientan incluidas y todo el mundo acepte el resultado» del referéndum que le quieren imponer a Sánchez.

Es el precio que los independentistas harán pagar a Pedro Sánchez, tras las elecciones del 23 de julio, a cambio de su eventual apoyo a la investidura del líder socialista si consigue armar una mayoría parlamentaria que facilite la reedición de una segunda coalición de izquierdas. La demanda será una de las cuestiones que pondrán sobre la mesa durante la campaña.