Cuando se cumple el 175 aniversario de la creación de la Hermandad almonacileña de la Virgen de la Luz, y ya muy cerca de quinto centenario desde que la primitiva imagen de la Virgen fuera donada por un soldado, Diego García Cantarero, a su pueblo, en 1530, la fe en la patrona de la villa alcarreña permanece inquebrantable entre los almonacileños.
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Almonacid de Zorita está viviendo este 2023, con especial intensidad, la parte tradicional de sus fiestas en honor a la Virgen de la Luz. Fue en 1848 cuando, según los historiadores de la Hermandad, se fundó esta institución almonacileña. Por tal motivo, el pasado 30 de agosto, el día del comienzo de la novena a la Virgen, se inauguraba la exposición 'Luz de luz' en la que la Hermandad, apoyada por donaciones privadas, está mostrando parte del ajuar con el que cuenta la patrona de Almonacid, por primera vez junto en una misma muestra, que se puede ver hasta el próximo 30 de septiembre en el Espacio Cultural El Molino.
Por eso, ayer, día 8 de septiembre, fue un día muy especial. En las vísperas, el obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, consagraba al pueblo de Almonacid a su patrona, al tiempo que ya resuena con fuerza la petición de la consagración canónica de la Virgen de la Luz.
Cuenta la leyenda que la historia de la devoción por la Virgen de la Luz en Almonacid de Zorita se remonta al año 1530, cuando un hijo del pueblo, Diego García Cantarero, la compró por treinta reales a un turco. La Virgen la tenía escondida en un muladar y cuando fue a entregársela a Diego, no la encontraba, por lo que el almonacileño pensó en tomar represalias. Antes de que lo hiciera, apareció la Virgen en lo alto del muladar, según Diego, radiante. Él se la envió a su hermano, que la puso en la puerta de Bolarque, donde un pajarillo limpiaba las telarañas de una corona de plomo que tenía la imagen, ajeno a las miradas locales. Años después, el mismo milagro se repitió, y fue en 1610 cuando se levantó la primera capilla en honor a la Virgen, en lo que hoy es el Centro CeLA. Años después la sede de la Ermita pasaría a la actual, la Iglesia Convento de los Jesuitas.
En la mañana de ayer, y para permitir a todos los fieles locales asistir a misa, más multitudinaria que nunca, se convocaba en dos horarios. Una, a primera hora, a las diez de la mañana, y la habitual, la misa mayor de las doce y media de la mañana, que engalanaba musicalmente La Rondalla de Almonacid de Zorita.
En la diana floreada, y en la procesión vespertina, fue la Banda de Música de Pastrana, dirigida por Pascual Suñer, la que precedía a la procesión. Además, y con motivo de la efeméride del 175 aniversario de la Hermandad, es la imagen más antigua de la Virgen que se conserva, de los años 40 de este siglo, la que ha procesionado. Los fieles locales la han bajado de su altar para la ocasión, cuando en otros años es una réplica la que lo hace. En todo caso, las dos imágenes de la patrona de Almonacid que se guardan en la ermita son réplicas, puesto que la original, se cree que la que trajo al pueblo García Cantarero, desapareció en la Guerra Civil.
La procesión vespertina salía, puntualmente, a las ocho de la tarde. Los músicos de la Banda de Pastrana recogían a reina y damas de fiestas en sus casas, y a la corporación municipal en la puerta del Ayuntamiento.
Al salir la Virgen en su carroza, engalanada de flores, sonaba el himno nacional. En primer lugar desfilaron los portadores de las insignias y estandartes de Almonacid y de la Hermandad, seguidos de la Banda de Pastrana, de los hermanos y hermanas, en fila de dos, precediendo a la carroza, con la Virgen iluminada, las autoridades y junta directiva de la Hermandad, que integran el abad de la parroquia, y camarero actual Guillermo Pérez, mayordomo, secretaria y hermano mayor, que este año es Javier García Toledano, y los hermanos menores. La camarera honorífica, la gran Rafaela Castuera, no ha seguido la procesión, pero sí ha estado presente en la fiesta.
La Hermandad tiene en la actualidad más de 200 hermanos. La costumbre, mantenida hasta el día de hoy, es que los padres o abuelos inscriban a sus hijos o nietos recién nacidos en la Cofradía.
La procesión siguió el recorrido habitual, saliendo de la Ermita por la calle de Natalio Gumiel Morago, siguiendo por el callejón del Matadero, calle de Luis Fernández de Heredia Rojo, Travesía de la Iglesia y calle Cervantes, para llegar a la Plaza del Coso, calle del Gobernador, y del Conde de Saceda, de vuelta hasta la Ermita. Acompañando a la corporación municipal de Almonacid, encabezada por su alcalde, José Miguel López, estuvieron los alcaldes de Albalate, Julio Vicente, y el alcalde de Valdeconcha, entre otras personalidades locales y provinciales.
La Virgen, iluminada, volvía a componer bellísimas estampas por las calles del pueblo, mientras la Banda de Pastrana acompañaba el paso de la imagen con su repertorio de marchas procesionales.
Una vez llegó de vuelta la procesión a una Ermita abarrotada de fieles, se cantó la salve y por fin, el himno de la Virgen de la Luz, en el momento más emotivo de la tarde-noche. Igualmente con motivo de la efeméride, este año, los almonacileños que así lo han deseado, han podido besar una de las reliquias que se expone en la muestra 'Luz de luz'. Tallada en hueso y contorneada en plata, reproduce el milagro del pajarito. Además, a cada uno de ellos se le ha entregado un bollo de pan, con una reproducción de la imagen de la Virgen y también un recordatorio en papel con la historia de la devoción por la Virgen de la Luz en Almonacid.
Los festejos taurinos comenzaban el pasado fin de semana con el tradicional encierro por el campo, y continúan con el encierro por las calles y concurso de recortes, y se cerrarán, el próximo lunes, con una gran novillada, séptima semifinal del certamen Guadalajara busca Torero. Almonacid sigue de fiesta.