El entrenamiento para las emergencias sanitarias que se imparte en Castilla La Mancha es un modelo a seguir para otras comunidades

Durante esta jornada se han hecho públicos también los resultados de la encuesta de satisfacción de los usuarios del centro, de los que se desprende que el 97´5% consideran que la experiencia en el centro ha sido positiva, el 96´3% recomendaría pasar por el simulador a compañeros de profesión y que el 92´7% de los profesionales considera esta experiencia muy positiva para su actividad asistencial.

El Centro de Entrenamiento Avanzado de Emergencias Sanitarias ofrece formación a través de la simulación y permite que se puedan practicar situaciones frecuentes o de alta gravedad y baja frecuencia.

Está integrado por una sala de intervención, dos vehículos accidentados, una ambulancia y una sala de control, dotadas de cámaras que permiten interactuar con el escenario simulado desde la sala de control.

Asimismo, cuenta con dos simuladores (uno adulto y otro pediátrico), equipos de respuesta fisiológica, sobre los que se pueden realizar técnicas como el aislamiento de la vía aérea e incluso hacer abordaje invasivo de la misma. Estos equipos son sensibles a la ventilación y se pueden simular neumotórax y hemotórax y hacer un drenaje del mismo.

300 profesionales.-
Desde la puesta en marcha de este centro, cerca de 300 profesionales sanitarios han tenido la oportunidad de actualizar sus conocimientos, habilidades y aptitudes en su actividad a través de la actuación simulada ante las situaciones de urgencia más frecuentes, tanto en los niños como en los adultos. Para ello, cuenta con unos muñecos de simulación, denominados “de respuesta fisiológica” porque simulan perfectamente las constantes vitales y su reacción ante las intervenciones diagnósticas y terapéuticas del equipo sanitario asistente.

La simulación clínica se ha demostrado a nivel mundial como un sistema inmejorable para cohesionar actuaciones sanitarias complejas, en las que intervienen varios profesionales, optimizando la respuesta coordinada de cada uno de sus componentes y disminuyendo las probabilidades de actuaciones erróneas posteriores.

En este sentido, es importante resaltar que Castilla–La Mancha es una de las primeras comunidades autónomas en disponer de un centro de estas características.