La combinación de trampas de feromonas, endoterapia y fumigaciones puntuales ha dado unos extraordinarios resultados de cara a la próxima primavera.
Los innovadores tratamientos implementados por el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo en las áreas de coníferas durante el último otoño-invierno han mostrado resultados prometedores en la lucha contra la procesionaria. Según los especialistas, la cantidad de nidos de orugas en las copas de los pinos ha disminuido aproximadamente un 80% en comparación con años anteriores, lo que sugiere una primavera más tranquila para los transeúntes y sus mascotas en 2025.
Cabe destacar que la empresa encargada del control de plagas comenzó hace meses a aplicar una estrategia compuesta por tres tratamientos, dos de los cuales son nuevos para la localidad. En primer lugar, se instalaron trampas de feromonas para atrapar a las mariposas que emergen al final del verano. En segundo lugar, se han aplicado tratamientos de endoterapia desde noviembre, que consisten en inyecciones en los troncos de los árboles ubicados cerca de parques infantiles y zonas caninas. Por último, se están realizando fumigaciones puntuales en áreas donde se ha detectado mayor resistencia, así como labores para retirar y quemar bolsones.
Prevención y recomendaciones
A pesar de estos esfuerzos, es probable que algunos nidos resistentes puedan aparecer durante la próxima primavera. Este fenómeno podría dar lugar a las típicas "procesiones" de orugas cuando descienden al suelo para enterrarse y transformarse en mariposas al final del verano. Es importante recordar que estas orugas poseen pelos urticantes que pueden causar reacciones alérgicas severas si entran en contacto con la piel o mucosas, representando un riesgo particular para niños y mascotas. El Ayuntamiento recomienda acudir inmediatamente a un profesional sanitario si ocurre algún incidente relacionado.
Además, se hace un llamado a los propietarios de parcelas privadas con coníferas para que implementen sus propios tratamientos, especialmente retirando y quemando los bolsones, contribuyendo así a disminuir la población de estas orugas en conjunto.