La Universidad de Alcalá se ha sumado a un ambicioso proyecto internacional que tiene como objetivo analizar el asteroide Ryugu, con la intención de profundizar en la comprensión de la química prebiótica y los orígenes del Sistema Solar. Esta investigación se realiza en colaboración con el Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) y otros centros de investigación alrededor del mundo.
El asteroide Ryugu, un objeto carbonáceo rico en materia orgánica y carbono, se presenta como un candidato ideal para estudiar los compuestos primordiales que podrían haber dado origen a la vida en nuestro planeta. El investigador César Menor-Salván, experto en astrobiología y bioquímica, subraya la relevancia de estos materiales: «Los meteoritos y asteroides nos cuentan la historia del Sistema Solar, cómo han evolucionado los planetas y las condiciones en las que se formaron. Algunos de estos objetos contienen materia orgánica primordial que pudo haber sido clave para el origen de la vida».
Análisis de muestras traídas del espacio
Gracias a la misión Hayabusa 2 de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), en 2020 se lograron recoger muestras intactas de Ryugu directamente del espacio y traerlas a la Tierra para su análisis en condiciones controladas. Tras ser gestionadas por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), encargado de su recepción y custodia, las muestras han llegado recientemente a los laboratorios de la Universidad de Alcalá para continuar con la investigación.
El estudio permitirá a los científicos analizar mineralogía, composición orgánica y propiedades espectroscópicas. Según Menor-Salván, quien lidera el análisis junto a su equipo, «queremos identificar minerales que no se hayan observado anteriormente y comprender qué historia nos cuentan acerca del asteroide. Además, investigaremos si las moléculas orgánicas presentes en Ryugu coinciden con los modelos de química prebiótica que hemos desarrollado en el laboratorio».
Diferencias entre asteroides y meteoritos
Una ventaja significativa al trabajar con muestras obtenidas directamente de un asteroide es que estas no han sido alteradas por su entrada en la atmósfera terrestre, lo que evita contaminaciones con materiales terrestres. Esta distinción es crucial: mientras que un meteorito puede incluir elementos adquiridos tras impactar en nuestro planeta, las muestras de Ryugu son puras. «Con este material limpio y sin transformar, podemos realizar un análisis más preciso», explica Menor-Salván.
El proceso analítico utiliza tecnología avanzada, incluyendo espectroscopía Raman, espectrometría de masas y microscopía electrónica. «Aunque las muestras son extremadamente pequeñas, la información que proporcionan es inmensa. Estamos trabajando al límite de nuestras capacidades analíticas para extraer el máximo conocimiento posible», añade el investigador. También destaca el valor científico y económico: «El coste estimado de una fracción mínima de Ryugu podría alcanzar entre 30.000 y 40.000 euros en el mercado, pero su verdadero valor radica en el conocimiento que podemos obtener».
Implicaciones futuras
Esta investigación no solo ofrecerá información fundamental sobre el origen de la vida y la evolución del Sistema Solar, sino que también tendrá aplicaciones importantes para futuras misiones espaciales. «Si nuestros modelos coinciden con lo encontrado en Ryugu, significa que estamos avanzando hacia una mejor comprensión de los procesos que dieron lugar a la vida tal como la conocemos», concluye Menor-Salván.
A través de este esfuerzo, la Universidad de Alcalá reafirma su compromiso con la investigación innovadora y la colaboración internacional en proyectos destinados a expandir nuestro entendimiento sobre nuestro lugar en el universo.