Izquierda Unida considera que la ciudadanía de Guadalajara no está dispuesta a dejarse avasallar

La masiva asistencia de más de 10.000 personas a la manifestación de ayer en Guadalajara, demuestra que las reformas que se iniciaron en el año 2010, que se continuaron en 2011 y que se han intensificado de forma brutal a partir del mes de noviembre, afectan de forma general al conjunto de la ciudadanía: los trabajadores y trabajadoras y las clases populares que perciben que los derechos conquistados están siendo desmontados y desmantelados para garantizar que quienes han provocado la crisis sean los grandes beneficiarios de esta situación”, valora Maximiliano

“La gente está viendo que el argumento de que no podemos mantener ni la Sanidad, ni la Educación, ni la asistencia a los parados y paradas, a los dependientes, ni los servicios sociales, es absolutamente falso y que de lo que se trata es de liberar recursos de estos servicios, que son básicos para la ciudadanía, para garantizar el pago de una deuda ilegítima a los prestamistas, los llamados inversores, que no son otros que las grandes empresas, las grandes fortunas y la banca, a quien no se les exige ningún sacrificio”, afirma.

“Unas medidas de este calado, que el actual presidente de gobierno prometió en campaña electoral que no iba a tomar, tienen que ser al menos ratificadas por el titular de la soberanía: el pueblo español y por eso Izquierda Unida ha planteado en el Parlamento la solicitud de esta consulta popular”, dice.

El Coordinador Provincial de Izquierda Unida en Guadalajara, considera que “la única manera en este momento de forzar al gobierno a rectificar es una movilización permanente, coordinada y unitaria de los trabajadores y el conjunto de la ciudadanía, una rebelión democrática y por eso llamamos a la unidad de todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas para mantener esta movilización en el tiempo”.

“Hay alternativa, las medidas que se han tomado hasta ahora han demostrado su ineficacia, siempre perjudican a los mismos, siempre favorecen a los mismos y por eso Izquierda Unida propone unas medidas alternativas que pasan por llevar a cabo una reforma fiscal justa y progresiva, para que paguen más los que más tienen; por combatir la economía sumergida y el fraude fiscal, el 70% producido por los más ricos; así como medidas de regeneración política que combatan la corrupción, que racionalicen el gasto público y que consoliden y desarrollen los servicio públicos como los elementos fundamentales para garantizar el desarrollo y bienestar de la inmensa mayoría social”, ha concluido José Luis Maximiliano Romo.