Nunca es tarde para saborear la victoria

Mención aparte merece Carlos Arjonilla. El eléctrico base lo hizo todo bien: dirigió con la calma que a veces le falta, estuvo sensacional en el juego de transición, robó balones, forzó faltas en ataque y estuvo acertado en el lanzamiento. Comenzaba el partido y Shane Lawal empezaba dominando en ambas zonas. Al Rayet se le veía con otra soltura, respecto a los anteriores partidos disputados: concentrado en defensa, intenso y rápido en las transiciones. El rival, el Feve Oviedo, sólo contestaba de la mano de su tiro exterior. Javier Román respondió así al buen juego de los alcarreños, que cerraron el primer cuarto con una ventaja de siete puntos: 20-13.

Sin embargo, el cuadro morado cambió por completo en los siguientes diez minutos. Errático en ataque, la batalla por el rebote, se decantaba por los asturianos y la rotación de Peinado no surtía efecto. Fue entonces cuando apareció Sergio Fernández, siempre competitivo. Ratzsch, impresionante ayer, anotaba en el último instante para poner por delante a su equipo al descanso: 34-35. En la reanudación, el Rayet se entonó de nuevo, comandado por Arjonilla, aunque seguía siendo inferior a los asturianos en el rebote. Y más cuando Shane Lawal cometió su cuarta falta personal, que obligaba a su técnico a darle descanso. Tras unos minutos de precipitación por ambos conjuntos se cerraba el parcial con todo por decidir: 54-53.

El final fue trepidante. El Rayet se hacía con pequeñas rentas pero su rival siempre las enjugaba gracias a Ratzsch. Se llegó con una gran igualdad a los últimos instantes, pero entonces, los locales, estuvieron más serenos que los visitantes. Arjonilla se multiplicó en defensa, Núñez y Lázaro castigaban el aro rival, los tiros libres entraban… El partido no se podía escapar, y no lo hizo.◆r湩�