El máximo Tribunal fiscalizador de las cuentas del sector público de España ha sido claro y ha determinado que ‘no se aprecia una conducta dolosa de los demandados ni tampoco gravemente negligente’, "lo que demuestra una venganza personal, una persecución intolerable y una obsesión enfermiza por parte del actual presidente de la Junta, Emiliano García-Page, contra el anterior director del Ente, Ignacio Villa"